El franc¨¦s estuvo a un paso de convertirse en el mejor fichaje de una etapa presidida por la euforia y el pagafantismo.
La miseria consentida ha tra¨ªdo consigo un nuevo baby boom y ya se sabe lo que sucede en las familias donde abundan los ni?os.
Una parte del madridismo lleva m¨¢s de una d¨¦cada entregado al noble arte de reescribir la historia, de adaptar el relato en su propio beneficio.
El resultado fue una victoria robada de efecto terap¨¦utico que confirma que nadie mejor que Xavi.
Solo falta saber si Xavi ser¨¢ capaz de ejecutar como director de orquesta aquello que bord¨® como solista.
Por lo que a m¨ª respecta, nos encontramos ante una de las ¨²ltimas generaciones de cul¨¦s capaces de tomarse completamente en serio al club todo el tiempo.
A Xavi se le respeta por lo que fue pero se le desea por lo que puede llegar a ser.
Futbolistas como Ansu, Pedri, Araujo, Dest, Nico, Gavi, Eric Garcia o el sorpresivo Demir, se merecen un tiempo de maduraci¨®n en el Barcelona que jam¨¢s ser¨¢ capital perdido.
Tras varias semanas teorizando sobre el misterio de la Sant¨ªsima Trinidad (Florentino, Mbapp¨¦ y la cubierta retr¨¢ctil del nuevo Bernab¨¦u), Madrid amaneci¨® ayer con ganas de ...
No cabe en cabeza humana el grado de sangre fr¨ªa necesaria para jugar a la ruleta rusa con la tragedia.
Que Leo Messi juegue al f¨²tbol como un ni?o en el patio del colegio no quiere decir que se le pueda pagar en corticoles.
Miren por donde, Luis Enrique s¨ª sab¨ªa lo que se hac¨ªa. ?Qui¨¦n lo iba a decir, verdad? No tengan miedo a confesar y redimirse ...
En cuanto comienza a sonar el himno nacional se olvidan los desencantos heredados, los malos augurios, las ri?as preventivas y todo lo malo.
Su calva lujuriosa, sus outfits ideales, sus declaraciones llenas de desd¨¦n e incomprensi¨®n, sus triunfos, el orgullo en la cara del madridista de a pie tambi¨¦n en la derrota¡
A m¨ª, que manejo otra escala de valores, el punto me supo a gloria porque nos evita el papel¨®n que, desde hace un tiempo, vienen interpretando nuestros vecinos de la acera madridista...
Guardiola, en cuanto detecta un exceso de elogios hacia su persona, es el primero en torcer el gesto y apuntar hacia los jugadores.
Lo cierto es que todo queda un tanto deslucido sin el contexto monumental que imprimen al Cl¨¢sico los grandes estadios.
Usar gabardina, por ejemplo, no lo convierte a uno en cruyffista. Ni tampoco comer Chupa chups, veranear en El Montany¨¤, saberse los r¨ªos de Holanda, ...
Aquella lona en el coraz¨®n de la Castellana fue una jugada maestra, la versi¨®n moderna de la cabeza y la pica.
Un pa¨ªs que antepone la pol¨ªtica al f¨²tbol es un pa¨ªs en el que no merece la pena vivir.
Se esperaban muchas cosas de Ronald Koeman pero no que armase un buen equipo: ah¨ª nos ha cogido a casi todos con el pie cambiado.
Para imaginar lo que debe estar sufriendo Ronald Koeman cada vez que un ¨¢rbitro pita penalti, conviene ponerse en el pellejo del padre de Billy Elliot.
Los m¨¢s violentos siempre encuentran a un candidato que les promete recuperar privilegios. Es lo que, en lenguaje cul¨¦ b¨¢sico, entendemos por voto ¨²til.
Una bolsa de pl¨¢stico es todo lo que necesita para manejarse con soltura en la vida.
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