Inconstitucional, inmoral y divertido
A m¨ª, que manejo otra escala de valores, el punto me supo a gloria porque nos evita el papel¨®n que, desde hace un tiempo, vienen interpretando nuestros vecinos de la acera madridista...

Habr¨¢ que reconocerle al Bar?a de Koeman que haya tirado la Liga como Dios manda, sin dar pie a conspiraciones de cualquier tipo. El descalabro ha sido tan evidente, tan poco especulativo, que uno intenta culpar a los ¨¢rbitros, al calendario, a la lluvia o a los herederos de la familia Franco y no le sale mucho m¨¢s que un quejido rid¨ªculo, similar al de esos golpes leves en la canilla que ni siquiera sirven para simular una lesi¨®n y acudir al m¨¦dico con la esperanza de pillarte una baja. "El punto nos sabe a poco", dijo Sergio Busquets nada m¨¢s terminar el partido frente al Levante. Vale, bien¡ Esa ser¨¢ su opini¨®n. A m¨ª, que manejo otra escala de valores, el punto me supo a gloria porque nos evita el papel¨®n que, desde hace un tiempo, vienen interpretando nuestros vecinos de la acera madridista.
Penalti inconstitucional, se titulaba el art¨ªculo escrito por el muy honorable Diego L¨®pez Garrido en estas mismas p¨¢ginas: para que luego nos acusen algunos de falta de pluralidad. Lo he le¨ªdo varias veces y le he dado muchas vueltas antes de concluir que se trata de una absoluta genialidad, una obra de arte en la l¨ªnea del Villarato, el Ushiro-nage y otros grandes ¨¦xitos del malditismo merengue, tan recurrente en las quejas como brillante en la ejecuci¨®n. Mientras que a los cul¨¦s resulta imposible movernos del centralismo y la Guerra Civil, el madridismo innova, el madridismo crea, el madridismo modifica el relato para ajustarlo a sus necesidades hist¨®ricas como iglesia, como pueblo y como pa¨ªs.
Yo, que estudi¨¦ en un colegio religioso y ejerc¨ª como catequista hasta que mi padre se abon¨® a Canal +, podr¨ªa argumentar que el penalti de Militao, adem¨¢s de inconstitucional, tambi¨¦n podr¨ªa ser inmoral. La imagen congelada nos remite a la santa crucifixi¨®n, con ese defensa de brazos estirados y rictus de santoral, un Cristo do Corcovado reinventado, un m¨¢rtir blanco de nuevo cu?o. ?Y qu¨¦ tenemos en Barcelona, a cambio? Pues un entrenador al que si vestimos con un h¨¢bito de monja podr¨ªa interpretar el papel de Shirley MacLaine en un hipot¨¦tico remake de Dos mulas y una mujer. Aqu¨ª, como ven, el que no se divierte es porque no quiere.