BALONCESTO | ESPA?A 89-AUSTRALIA 88
Broche de bronce a la edad de oro del baloncesto espa?ol
Con Gasol otra vez heroico, 31 puntos, la selecci¨®n espa?ola derrot¨® en un partido ag¨®nico a Australia y sube por tercera vez consecutiva al podio de unos Juegos. Espa?a vs Rep¨²blica Checa

En un drama maravilloso, con una defensa heroica de su canasta, como si fuera lo que m¨¢s quisieran del mundo, la mejor Selecci¨®n espa?ola de la historia arranc¨® el bronce de los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo. Un partido ag¨®nico (89-88) decidido por dos tiros libres de Sergio Rodr¨ªguez, pulso firme, grande Chacho, y por un jugador de leyenda. Si es que decide irse, Pau Gasol podr¨¢ decir que se fue igual que vino, como un h¨¦roe. El mejor jugador de baloncesto espa?ol de la historia condujo con 31 puntos y un amor propio descomunal a la mejor Selecci¨®n de siempre a su tercera medalla consecutiva en los Juegos Ol¨ªmpicos, esta ¨²ltima de bronce en la m¨¢gica ciudad de R¨ªo de Janeiro. Un bronce que supo muy especial. Tanto como ese ¨²ltimo abrazo emocionado de esos jugadores, desparramados por el centro de la pista del Carioca Arena, que tantas y tantas batallas han librado juntos y que volvieron a hacer sufrir y gozar. ?Y si no se quieren ir? Grandes.
La pel¨ªcula del partido fue del mejor suspense. Espa?a empez¨® muy bien puesta, con la suficiente entereza para olvidar la decepci¨®n de la eliminaci¨®n del viernes. Aplicada en defensa, provoc¨® cinco p¨¦rdidas en el primer cuarto de una Australia que sobrevivi¨® gracias al talento de David Andersen, un tirador reputado que apareci¨® en la pista cuando tanto Bogut (desaparecido), como Dellavedova y Baynes, cometi¨® dos faltas r¨¢pidas. El exjugador del Bar?a, con un tirito demoledor desde cuatro y cinco metros, anot¨® ocho puntos que permitieron sobrevivir a los australianos. Espa?a vivi¨® de los puntos de Mirotic, francotirador preciso como el d¨ªa de Francia, y del gran Gasol. Pau empez¨® el partido con un mate y un gesto rabioso, se?al de que la espina de Estados Unidos se le va a quedar dentro, pero de que no iba a dejar la oportunidad de adornar un poco m¨¢s su palmar¨¦s.

Australia titube¨®, como si pensase en irse del partido. Sin Gasol en la pista, Espa?a empez¨® a engordar la diferencia y, a la vuelta de Pau, se fue hasta un 40-28 que invit¨® a pensar en una ma?ana final pl¨¢cida y de gloria en R¨ªo. Habr¨ªa, sin embargo, que sufrir. Espa?a se desconect¨® como en esos partidos fat¨ªdicos de la primera fase que le dejaron sin liderato de grupo y sin final con Estados Unidos. Su ¨²ltima canasta fue a 4:12 del descanso. Entonces se activ¨® Mills y sigui¨® Andersen, un seguro de vida. Al descanso, apretad¨ªsimo 40-38 y una estad¨ªstica inquietante para Espa?a: Australia hab¨ªa cogido siete rebotes m¨¢s. El tal¨®n de Aquiles del campeonato.
Hab¨ªa que hacer un esfuerzo m¨¢s. El ¨²ltimo. Como si fuera Lisboa en 1999, cuando empez¨® todo. Australia empez¨® dando m¨¢s sustos y se puso por delante (42-43, minuto 22) por primera vez desde el 0-2. Mills hab¨ªa aparecido en el partido y los boomers, que hab¨ªan jugado bajo el s¨ªndrome de la paliza de Serbia, volv¨ªan a creerse el equipo de la primera fase. Una situaci¨®n de riesgo. Por minutos, el partido se convirti¨® en un Gasol-Mills. El p¨ªvot haci¨¦ndose gigante por en¨¦sima vez: rematando los alley-oops de sus compa?eros, barriendo rebotes, palmeando todo. Mirotic volvi¨® a colaborar pero ahora Australia hab¨ªa recuperado ¨¢nimo. Al final del tercer cuarto, s¨®lo 67-64 y una preocupaci¨®n: c¨®mo detener a Mills.
El ¨²ltimo periodo empez¨® con un triple de Sergio Rodr¨ªguez. Su aire fresco result¨® vital para una Selecci¨®n que no ve¨ªa el final. A 9:02, Nikola Mirotic choc¨® con un armario, Baynes, y qued¨® lesionado. Mientras tanto los australianos no pararon el juego, anotaron y se reunieron en el centro del campo. Sintieron cierta debilidad en Espa?a. El partido entr¨® entonces en una espiral ag¨®nica, al filo de la navaja y un invitado sorpresa, Kroekhoff, que hizo puntos inesperados para Australia. As¨ª se fue acercando el partido al final. En el alambre. Con 78-77, Scariolo meti¨® a Ricky para tratar de frenar las embestidas de Mills, que hizo unos pasos de libro que los ¨¢rbitros convirtieron en falta de Rudy (79-80). Otro carrusel tremendo e interminable de canastas. Mills fall¨® a menos de un minuto pero Sergio Rodr¨ªguez, a 41,4 segundos, fall¨® un lanzamiento lateral. Tiempo muerto con 85-84 para Espa?a. Mills, que se hab¨ªa vuelto terrenal, volvi¨® a fallar pero Andersen fue al rebote con el alma y se lo quit¨® a Mirotic. Dos tiros libres que el exjugador del Bar?a anot¨®: 85-86.
Con 28,8 segundos por jugar, Baynes hizo falta a Pau Gasol, que ejerci¨® su liderazgo y anot¨® los dos tiros: 87-86. Pero el p¨ªvot de los Pistons le devolvi¨® la moneda con un semi-gancho heterodoxo: 87-88 a 9,7 segundos del final. Sergio Rodr¨ªguez busc¨® las cosquillas y la personal de Mills. Anot¨® los dos tiros a 5,4 segundos. Hac¨ªa falta una defensa m¨¢s. S¨®lo una m¨¢s. ¡°Cerrar rebote¡±, fue la consigna de Scariolo, lauread¨ªsimo entrenador. No hizo ni falta. Espa?a estaba dispuesta a morir sobre la madera del Carioca Arena para salir triunfador del ¨²ltimo baile. Son historia y Gasol, leyenda.