?Qu¨¦ fue de Andre Agassi, la leyenda que odiaba el tenis?
Andre Agassi, n¨²mero uno del mundo y ganador de 8 Grand Slams, fue un tenista singular, con crisis en su carrera y en su vida. Ahora es feliz con Steffi Graf, sus hijos y su Fundaci¨®n.


El 3 de septiembre de 2006, justo hace 14 a?os, Andre Agassi (Las Vegas, 50) jug¨® su ¨²ltimo partido como profesional del tenis. Fue en el US Open y con derrota ante el 112? del mundo, el alem¨¢n Benjamin Becker (7-5, 6-7, 6-4 y 7-5). Con un balance de 870 victorias y 274 derrotas, 60 t¨ªtulos (ocho de Grand Slam) y l¨¢grimas en los ojos ("Me hab¨¦is ayudado en la pista y en la vida, os lo agradecer¨¦ y lo recordar¨¦ el resto de mi vida", balbuce¨® entonces) el que fuera dos veces n¨²mero uno del mundo dijo adi¨®s a un deporte que odiaba, seg¨²n confes¨® en su interesante biograf¨ªa titulada Open. Agassi dejaba atr¨¢s una brillante a la par que singular carrera salpicada por traumas personales, complejos, una ajetreada vida sentimental y el consumo de metanfetaminas a causa del que dio positivo en un control antidopaje por el que finalmente no fue castigado.

Nacido en el seno de una familia de clase media, hijo de un boxeador iran¨ª con or¨ªgenes armenios y asirios, Emmanuel 'Mike' Agassi, y de una estadounidense, Betty Dudley, Andre empez¨® a jugar al tenis por imposici¨®n de su obsesivo progenitor. Este le obligaba a golpear miles de bolas cada d¨ªa, porque ten¨ªa la exc¨¦ntrica teor¨ªa de que con un mill¨®n al a?o su hijo sin lugar a dudas ser¨ªa el mejor. "Mi pap¨¢ era muy intenso, ten¨ªa ocho a?os y era una carga que me hund¨ªa y ese resentimiento me acompa?¨® -cont¨® el tenista-. No empec¨¦ en el tenis por elecci¨®n, yo lo odiaba con toda mi alma y lo odi¨¦ la mayor parte de mi carrera". Sea como fuere, pronto destac¨® y se form¨® en la academia de Nick Bollettieri, donde estuvo, entre otros, con Jim Courier y se form¨® gratis ("Gu¨¢rdate tu cheque", le dijo el afamado entrenador al padre de Andre tras ver jugar al muchacho). No lo pas¨® demasiado bien debido a la exigencia m¨¢xima a la que fue sometido. Su gran apoyo fue siempre el preparador f¨ªsico Gil Reyes, uno de sus mejores amigos que le acompa?¨® durante casi toda su trayectoria y a quien se agarr¨® en los malos momentos. En la cancha era rompedor por su estilo de juego (empez¨® muy agresivo y se hizo m¨¢s met¨®dico y de tenis largo desde la l¨ªnea de fondo), sus pasos cortos y arqueados, sus falsas melenas y los pantalones vaqueros cortos con lo que lleg¨® a competir.

Fuera de los estadios, mientras su carrera despegaba, Agassi tuvo una breve relaci¨®n con la actriz y cantante Barbra Streisand, despu¨¦s de poner fin a su bonita historia con la que hab¨ªa sido su novia durante la adolescencia, Wendi Stewart. Pero poco despu¨¦s conoci¨® a otra actriz y modelo, famosa por su papel en El Lago Azul, Brooke Shields, con la que se cas¨® en 1997 y que fue fundamental en un aspecto importante de la vida del jugador: su apariencia. Andre jugaba acomplejado por su creciente calvicie y en su biograf¨ªa confes¨® que a veces lo hac¨ªa con cabello postizo: "Una vez, rec¨¦ antes de un partido de Roland Garros, pero no por ganar, si no para que no se me cayera la peluca". Shields le convenci¨® para que mostrara su verdadero apariencia ("Te sentir¨¢s liberado", le dijo) y en la boda apareci¨® ya rapado por el peluquero personal de ella. Al poco tiempo hizo un anuncio de una m¨¢quina cortadora. La relaci¨®n apenas dur¨® dos a?os y le hizo perder el inter¨¦s por el tenis, por lo que cay¨® al puesto 141 del ranking. "No era feliz como n¨²mero uno, me siento mejor ah¨ª abajo", lleg¨® a comentar. Todos sus males afloraron en aquellos a?os. Tom¨® metanfetamina y dio positivo en un control de la ATP, que sin embargo no le sancion¨® al escuchar sus alegaciones (minti¨® al decir que fue por un error de un miembro de su equipo).



Agassi parec¨ªa abocado a la ca¨ªda y el fracaso. Pero intim¨® con Steffi Graf y todo, su vida y su carrera, cambi¨®. Con la tenista alemana hall¨® la estabilidad. Ella se hab¨ªa retirado en 1999 y se casaron en 2001. Pronto tuvieron dos hijos, Jaden Gill (quiere dedicarse al b¨¦isbol), ese mismo a?o, y Jaz Elle (2003). Y mientras, Andre pudo disfrutar de unos a?os m¨¢s de tenis, hasta el mencionado 3 de septiembre de 2006. Hab¨ªa tenido grandes rivalidades con Pete Sampras, Michael Chang, Boris Becker, Patrick Rafter, Roger Federer y algo menos con Ivan Lendl y Stefan Edberg, mayores que ¨¦l. Lleg¨® a jugar dos veces contra Rafa Nadal (Canad¨¢ 2005 y Wimbledon 2006), ambas con victoria del balear.

Tras su retirada, empez¨® su nuevo devenir. Sigui¨® vinculado al tenis, en torneos de veteranos, algunos con su esposa, pero no quiso ser entrenador de inmediato, como hab¨ªan hecho tantos y tantos exjugadores. Se embarc¨® en diversos negocios con rumores de ruina que no fueron ciertos, pero lo que le llen¨® fue su diversificada actividad filantr¨®pica, sobre todo, la creaci¨®n de su propia Fundaci¨®n, dedicada a la educaci¨®n, y el desarrollo de la Andre Agassi Charitable Association, para ayudar a j¨®venes de Las Vegas, zona en la que a¨²n reside con su familia y con parte de la de Graf. Juntos abrieron un colegio all¨ª y en 2007 cre¨® con otros deportistas la organizaci¨®n Athletes for Hope (Atletas para la Esperanza), que ayuda a otros profesionales a involucrarse en causas ben¨¦ficas.

En los ¨²ltimos a?os le ha picado el gusanillo del tenis que tanto odi¨®, pero que en realidad ama. Por eso entren¨® a Novak Djokovic entre 2017 y 2018, aunque no les fue demasiado bien. "Es dif¨ªcil entrar en la mente de otro. Ten¨ªa la esperanza de aportar algo, pero se necesitan dos, y probablemente hab¨ªa muchas cosas en las que estaba forzando la ense?anza y no s¨¦ si eso lleva un tiempo procesarlo. Igual introduje m¨¢s angustia en su vida, pero al final del d¨ªa y en el tenis se obtienen los resultados que se merecen, y en su caso es estar al nivel m¨¢s alto. Cuando comenzamos, predije que ganar¨ªa dos grandes t¨ªtulos al a?o durante los pr¨®ximos tres o cuatro cursos, y marcha al d¨ªa con eso", explic¨® en una entrevista concedida a AS.

Luego ayud¨® a Grigor Dimitrov y seguro que desear¨ªa estar en el equipo de Nadal, al que admira profundamente y a quien dedic¨® una emotiva carta en mayo de 2016 porque le considera un benefactor de su personalidad: "He luchado la mayor parte de mi carrera para lograr la herc¨²lea tarea de ganar Roland Garros una vez. Viendo tu intento de ganar el t¨ªtulo por d¨¦cima vez, eso no es s¨®lo extraordinario, es inspirador. Me has hecho creer que, en la vida, cualquier cosa es alcanzable y nada es imposible".