El Tsonga-Isner no est¨¢ ni entre los diez partidos m¨¢s largos
Entre los partidos superiores en duraci¨®n al Tsonga-Isner se halla, entre otros, la gran final de Nadal y Federer en 2008, con cuatro horas y 48 minutos de juego.

El abismo estad¨ªstico que impuso la llegada de la Era Open al tenis, en 1969 (parecido a lo que sucede con el baloncesto y la ACB en Espa?a, donde solo se cuentan estad¨ªsticas oficiales a partir de 1985) ha terminado por sembrar la confusi¨®n en lo que concierne a r¨¦cords de duraci¨®n de partidos. Y as¨ª, reina gran desconcierto de cifras sobre la victoria de tercera ronda que Tsonga firm¨® ante John Isner, con 19-17 en el quinto set, despu¨¦s de cuatro horas y 24 minutos en la Pista 12 (sin contar los parones por la lluvia).
Solo en Wimbledon se acumulan siete partidos de m¨¢s de cinco horas (a la cabeza, evidentemente, la gran plusmarca de Isner-Mahut, la 'cuenta larga' de once horas 24 minutos en 2010)... y otra docena que super¨® las cuatro horas y media de acci¨®n. Entre los duelos con m¨¢s de cinco horas de extensi¨®n horaria en el All England, podemos hallar el Cilic-Querrey (2012, cinco horas y 31 minutos), Holmes-Witsken (1989, cinco horas, 28 minutos), o el Sch¨¹ttler-Cl¨¦ment de 2008 que se iguala en cinco horas y 12 minutos con aquel c¨¦lebre combate de 1969 entre Pancho Gonzales y Charles Passarell. El propio Manolo Santana recuerda constantemente un partido con Rod Laver en Wimbledon, en 1962 donde el segundo set termin¨® con 17-15 para Laver, siempre seg¨²n Santana...y ese partido no se encuentra en las estad¨ªsticas oficiales.
Entre los partidos de menos de cinco horas en Wimbledon, pero a¨²n claramente superiores en duraci¨®n al Tsonga-Isner se halla, entre otros, la gran final de Nadal y Federer en 2008, que se extendi¨® a lo largo de cuatro horas y 48 minutos de juego.