El mensaje de Camavinga y Ceballos a Ancelotti


No hay partido molesto para el Madrid, encadenado al triunfo. Ancelotti veta la relajaci¨®n, exige la continuidad y le sale todo cambio que haga en el once. La prueba de Osasuna no era menor y el Madrid la resolvi¨®, a excepci¨®n de unos espinosos minutos iniciales, con la hegemon¨ªa que se le presupone. Ante un rival irreductible, que se revolvi¨® con firmeza en la apertura del partido, logr¨® completar un partido de enorme seriedad y una segunda parte sin tacha. La din¨¢mica es tan positiva que jugadores que estaban en duda, por distintas razones, funcionaron como un reloj. El caso m¨¢s especial fue el de Ceballos. Ancelotti ha reconocido cierta injusticia en el trato que le ha dado, pero el centrocampista no se ha apeado del equipo y devolvi¨® al t¨¦cnico la oportunidad que ledio con una diligencia notable. Se vaci¨®, organiz¨® los ataques en campo rival y pis¨® ¨¢rea con la frecuencia que se le debe demandar a un interior del Madrid. El toque de distinci¨®n del 0-1 colore¨® m¨¢s su gran actuaci¨®n.
La otra figura dudosa, no por sus condiciones ni rendimiento, era Camavinga al tener que jugar de mediocentro puro. Esa posici¨®n le hab¨ªa pesado en otras ocasiones, incluso Ancelotti lo hab¨ªa se?alado p¨²blicamente, pero esta vez se responsabiliz¨® de la situaci¨®n y se emple¨® con la m¨¢xima jerarqu¨ªa. En el partido de Camavinga imper¨®, sobre todo, su personalidad. La que tuvo en cada disputa, la que demostr¨® con la posesi¨®n de bal¨®n, la que exhibi¨® en cada acci¨®n de presi¨®n alta de los Brasanac, Javi Mart¨ªnez, Moncayola... No dio un toque de m¨¢s, lo hizo simple y jug¨® con la agilidad que requiere el puesto. Con la Liga a cent¨ªmetros de distancia, pensando ya casi en c¨®mo ser¨¢ la celebraci¨®n, Ancelotti tiene razones para festejar. Ceballos se sum¨® a las mismas en Pamplona; Camavinga, que ya era un motivo en s¨ª, tambi¨¦n reforz¨® su impacto en otro papel. Los otros de un Madrid que va en cohete.
Potente en el duelo

Camavinga gana la disputa a Budimir en el centro del campo tras un saque en largo de Sergio Herrera. El ¨¦xito del jugador franc¨¦s abre la opci¨®n de la transici¨®n al Madrid, que acaba en el segundo penalti provocado por Rodrygo.