El Partido de la Suerte
La suerte que tenemos los que a¨²n vivimos en paz por disfrutar el f¨²tbol, la que queremos transmitir a los que hoy sobreviven en Kiev y en toda Ucrania.

Sonar¨¢ a frivolidad, pero me pregunto estos d¨ªas si quedar¨¢ alguien jugando al f¨²tbol en Kiev. Y quiero pensar que s¨ª. Que, a falta de partidos a campo abierto, volar¨¢n balonazos perdidos en alg¨²n callej¨®n, lucir¨¢n los regates en los patios interiores y se tirar¨¢n amagos en los pasillos de las casas. Necesito creer que, en alg¨²n momento, entre el horror, a las almas que aguantan el cerco todav¨ªa les seguir¨¢ apeteciendo hacer unos toques, chutar¨¢n a porter¨ªas imaginarias, despertar¨¢n de sus inquietantes noches habiendo marcado el gol de su vida mientras dorm¨ªan. Que la vida y el bal¨®n siguen su curso, pese a todo.
Pronto ya no recordaremos que dos equipos ucranianos pelearon por la misma Copa de Europa que hoy Chelsea y Real Madrid dirimen en cuartos de final. A Dinamo de Kiev, club que sobrevivi¨® a la II Guerra Mundial, y Shakhtar Donetsk, equipo desterrado tras la guerra del Donb¨¢s, les eliminaron en buena lid, pero la pasi¨®n por el f¨²tbol es capaz de lograr que muchos de sus agotados seguidores sigan hoy pendientes de lo que pase en Stamford Bridge entre el flamante campe¨®n de Europa, equipo expropiado a un oligarca ruso, y el rey del f¨²tbol continental, en el que juega un rubio que vivi¨® la guerra de los Balcanes, en la eliminatoria m¨¢s laureada. Todo eso mezclado, agitado como solo el f¨²tbol sabe.
Desde la ciudad que en verano de 1942 vio a los nazis y al F.C. Start jugarse la leyenda del Partido de la Muerte, el match de hoy, como la visita del Bayern al Villarreal, como los encuentros de anoche, forman juntos una versi¨®n esperanzada del Partido de la Suerte, la que tenemos los que a¨²n vivimos en paz por disfrutarlo, la que queremos transmitir a los que hoy sobreviven en Kiev y en toda Ucrania, como en el resto de lugares en conflicto del mundo. Estoy seguro de que, en 2022, como en el 42, como en las trincheras del Somme en la Nochebuena de 1914, se sigue so?ando con balones. El f¨²tbol sigue record¨¢ndonos que estamos vivos y no nos resignamos. Gran Jorge Valdano, hoy de nuevo los p¨¢jaros disparamos (balonazos) a las escopetas.