F¨²tbol sin f¨²tbol
Bienaventuradas categor¨ªas inferiores, torneos municipales, ligas escolares, que no se interrumpen por las selecciones.
Bendita Segunda Divisi¨®n. Divino infrafutbol, con sus categor¨ªas RFEF, m¨¢s las otrora regionales, hoy territoriales (hasta aqu¨ª lleg¨® la pol¨ªtica), reluciendo cuando no hay partidos de Primera. Bienaventuradas categor¨ªas inferiores, torneos municipales, ligas escolares, que no se interrumpen por las selecciones. No hay f¨²tbol esta semana, dir¨¢n algunos. Y es cierto que a todos nos afecta ese vac¨ªo que aligera carruseles y televisores. Pero, quiz¨¢ sin darse cuenta, mienten. Aunque su pasi¨®n vaya unida solo a un equipo de la divisi¨®n de honor y no encuentren consuelo en el f¨²tbol modesto, tambi¨¦n hay otras formas de f¨²tbol sin f¨²tbol.
Las buscamos en los medios, en las redes, en lecturas, en conversaciones con los amigos, en recuerdos evocadores como Paco Gento (con ¨¦l ha muerto el 11: tras otros genios como Gorostiza y Gainza, acab¨® de pulir y de dar sentido al extremo izquierda) en esos sue?os en los que rematamos un c¨®rner en el alargue y, ¨²ltimamente, despu¨¦s de estar peleados casi todo el siglo XX (qu¨¦ pocas pel¨ªculas futboleras disfrutamos), tambi¨¦n en el cine. Y en las series.
Como vemos series por encima de nuestras posibilidades (el grito ?Muerte al f¨²tbol moderno! tambi¨¦n puede aplicarse al universo audiovisual), sumerj¨¢monos en tres pel¨ªculas que nos hacen sentir el f¨²tbol de una manera ajena a la emoci¨®n de los resultados, pero muy cerca de su m¨ªstica.
Lejos de la serialidad dominante, Paolo Sorrentino transmite en Fue la mano de Dios como una ciudad puede consagrarse a un dios del f¨²tbol: apenas aparece Maradona, pero est¨¢ toda su magia. En Belfast, el ni?o callejero que fue Kenneth Branagh vive a un bal¨®n pegado y sue?a con despertarse convertido en Danny Blanchflower de los Spurs, h¨¦roe norirland¨¦s entre las barricadas, si no soportabas al United de George Best. El tercer golazo para un domingo de f¨²tbol sin f¨²tbol es el documental sobre Juan Carlos Unzu¨¦, Vivir valELA pena, una experiencia que trasciende el deporte hasta dignificar la vida: un h¨¦roe del f¨²tbol m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol.
