El Madrid se apunta a la paradoja
La especulaci¨®n defensiva, sin once comprometidos en el arte de defender, est¨¢ abocada al fracaso.

Los cuatro ¨²ltimos partidos del Real Madrid se han saldado con victorias, dato de primer orden porque explica su espl¨¦ndida situaci¨®n en la Liga, donde ha obtenido una ventaja de siete puntos sobre la Real Sociedad, y en la Liga de Campeones. Con un empate frente al Inter se clasificar¨¢ en el primer puesto del grupo y le evitar¨¢ medirse en la siguiente fase con el Chelsea, el Manchester City, el Liverpool o el Bayern M¨²nich, por ejemplo. D¨ªas de vino y rosas en el equipo de Ancelotti. D¨ªas, tambi¨¦n, de contrastes y paradojas.
La secuencia de resultados dice algo del rendimiento del Madrid en este momento feliz, pero muy apretado por un calendario que no permite respiro: cuatro goles al Granada, tres al Sheriff, dos al Sevilla, uno al Athletic. En el recorrido de estos enfrentamientos ha progresado la sensaci¨®n de incomodidad en el equipo. Gan¨® con extrema facilidad al Granada, con gran facilidad al Sheriff y con graves dificultades al Sevilla. Contra el Athletic, el agua le lleg¨® al cuello. Si la tacada de resultados ha sido impecable, la actuaci¨®n del equipo ha declinado hasta el punto de volverse preocupante en los dos ¨²ltimos partidos en el Bernab¨¦u. Por ah¨ª arranca una de las varias paradojas del Real Madrid. Gana, pero ofrece se?ales de alarma. El cap¨ªtulo parad¨®jico contin¨²a con las prestaciones defensivas.
El Madrid s¨®lo concedi¨® un gol en los dos ¨²ltimos encuentros. Gan¨® por la m¨ªnima al Sevilla y al Athletic. Son numerosos los an¨¢lisis que explican estas victorias por el s¨®lido ejercicio defensivo del equipo en un momento de menor vibraci¨®n ofensiva. Dentro de esta mirada se valora la n¨ªtida tendencia del Madrid a abandonar cualquier intento de presi¨®n en campo contrario. Prefiere replegar velas, juntar l¨ªneas cerca de su ¨¢rea y dejar a Benzema de palomero. Equipo para el contragolpe, no para el dominio. Muchos analistas consideran que el Madrid se siente m¨¢s c¨®modo de esta manera. Los resultados est¨¢n de su parte. El equipo recibe muy pocos goles.
Los goles dicen cosas que la realidad rebate. El Madrid puede sentirse m¨¢s c¨®modo con su arquitectura defensiva situada al borde o dentro de su ¨¢rea, pero tanto el Sevilla como el Athletic le expusieron a un fuego de ocasiones que indican lo contrario. Por raro que parezca, este plan defensivo ha permitido el ametrallamiento (gol, dos tiros al palo, llegadas constantes al ¨¢rea) del Sevilla en el primer tiempo y no logr¨® contener el fren¨¦tico ritmo de ocasiones del Athletic, al que no se recuerda en d¨¦cadas una producci¨®n tan apabullante de oportunidades de gol.
Este tipo de planteamiento empieza a resentirse en la Liga y no resistir¨¢ en la Liga de Campeones. Se ha comprobado en las ¨²ltimas temporadas. La especulaci¨®n defensiva funciona mal. La especulaci¨®n defensiva, sin once comprometidos en el arte de defender, est¨¢ abocada al fracaso. El Madrid no es un equipo presionante. En el mejor de los casos, lo intenta en los primeros diez minutos, antes de dirigirse a sus cuarteles de invierno. Los mejores equipos de Europa est¨¢n en las ant¨ªpodas de este modelo y lo castigan. Lo han demostrado los dos ¨²ltimos campeones, Bayern y Chelsea.
La sucesi¨®n de fenomenales resultados del Madrid ha ocurrido en un momento crucial del campeonato. Obtiene distancia en medio del avispero de partidos. Sin embargo, est¨¢ sometido a una inquietante paradoja. Su c¨¦lebre l¨ªnea de centrocampistas es tan competente que no admite rival en la plantilla. O juegan Modric, Casemiro y Kroos, o el medio campo sufre una barbaridad. ?Pueden estos tres jugadorazos exprimirse hasta al hueso sin consecuencias f¨ªsicas? De ninguna manera. Contra el Athletic y el Sevilla, se advirtieron signos de agotamiento en los tres. El problema es que ingresaron Valverde y Camavinga, y el equipo empeor¨® a¨²n m¨¢s su situaci¨®n. Es evidente que Ancelotti se enfrenta a este dilema con los centrocampistas y a varias paradojas, agradables por un lado (las victorias contin¨²an) y muy preocupantes por otra: el Madrid se ha salvado por los pelos en los dos ¨²ltimos partidos del Santiago Bernab¨¦u.