El Madrid ya no enga?a


Se corre el peligro de ser?repetitivo con el Madrid. Casi siempre juega de la misma forma, lejos de su plenitud t¨¢ctica y futbol¨ªstica. Cae preso de los mismos errores, queda tocado desde el planteamiento y no le puede alcanzar eternamente con el toque de corneta final. La derrota ante el Espanyol no es un bajonazo al uso, puesto que perdi¨® por problemas que acumula en todos los partidos. Se autodestruy¨® cada vez que presion¨®, repleg¨® de forma lastimosa y dej¨® grandes espacios entre l¨ªneas. Al Madrid le puede su desorden. Tantas fueron las facilidades que el Espanyol mereci¨® durante mucho tiempo un resultado mayor.?Darder firm¨® una exhibici¨®n rotunda, Embarba y Aleix Vidal agrandaron las grietas blancas y De Tom¨¢s estableci¨® su superioridad en los metros finales. Al lado de Jovic o Mariano no hay ni color.
La alineaci¨®n de Ancelotti no ayud¨® esta vez a su equipo. Valverde y Camavinga actuaron en roles donde no terminan de convencer. El 1-4-4-2 en fase defensiva nunca estuvo ajustado. Darder conect¨® con facilidad con Melendo o De Tom¨¢s en los escalones intermedios y tambi¨¦n en las bandas con Vidal, Embarba y los laterales. El Madrid no cerr¨® por dentro ni por fuera.?Alaba desafin¨® en el lateral sin bal¨®n y Nacho est¨¢ desdibujado. Su pareja con Militao anda muy desgastada, aunque la cr¨ªtica acostumbra a centrarse en Lucas V¨¢zquez. Que no est¨¢ bien, pero en el 1-0 estuvo peor cualesquiera de los otros tres defensores.
El Madrid tampoco tuvo mucho que decir en ataque en esta ocasi¨®n, salvo el ep¨ªlogo de encuentro de Benzema, que juega a una cosa diferente que el resto. El Madrid no se junt¨® con la pelota por la novedosa tirantez con bal¨®n de Modric y Kroos y las posiciones tan extra?as de Valverde y Camavinga. Hab¨ªa movimiento, pero con poco sentido. La simple entrada de Rodrygo aport¨® naturalidad al ataque. De todos modos, el Madrid no puede llegar tarde a los partidos. Le ha ocurrido tantas veces que es imposible corregirse siempre. M¨¢s con la conmovedora defensa del ¨¢rea de Cabrera, un central cuya progresi¨®n no deber¨ªa quedar inadvertida. Gan¨® el Espanyol por derecho propio frente a un Madrid que sigue a lo suyo. Defiende mal y ahora empieza a atacar peor. Ya no enga?a.
S¨ªmbolo de lo sucedido

Darder sale de la presi¨®n y disfruta de l¨ªneas de pase a la espalda de Kroos y en el costado derecho. Aleix Vidal recibe sin que Camavinga le apriete. Cualquier desmarque de ruptura posterior despedaza al Madrid. As¨ª pas¨®.