Odegaard alivia la n¨®mina de mediapuntas
Odegaard lleg¨® al Madrid con 16 a?os y muy buenas perspectivas. De hecho hubo una puja entre varios grandes y el Madrid tuvo que pagar lo suyo, pagarle bien tambi¨¦n a ¨¦l y aceptar una condici¨®n exagerada del padre: que se entrenara con el primer equipo. Eso le distanci¨® de sus compa?eros del Castilla. Luego fue madurando en cesiones al Heerenveen y al Vitesse y en la Real jug¨® verdaderamente bien. Volvi¨® al Madrid con vitola de valor en alza, pero desperdici¨® sus primeras oportunidades por demasiado c¨®modo. Otra cesi¨®n, al Arsenal, y ahora llega el traspaso, aunque el Madrid se reserva un tanteo en caso de futura venta.
No se le echar¨¢ en falta aqu¨ª. Es un puro mediapunta, con todas las caracter¨ªsticas propias del puesto: estupendo manejo, visi¨®n para el pase profundo y poco trabajo. A m¨ª al pie y los dem¨¢s a correr cuando yo se la env¨ªe. ¡°Mediapunta, medio jugador¡±, le escuch¨¦ decir un d¨ªa a Benito Floro. Buenos jugadores para equipos no muy buenos. No desde luego para el Madrid, donde caben pocas excepciones a la obligaci¨®n del movimiento constante y ¨¦l est¨¢ lejos de la excelencia que se exige para rebajarse de esa exigencia. Encima, Zidane antes y ahora Ancelotti son firmes devotos del 4-3-3. Un mediapunta funciona en un 4-4-2 en rombo.
Y al Madrid le sobran. Ya hab¨ªan salido Kubo y Brahim, pero ah¨ª siguen Isco, Asensio y Rodrygo, y ser¨ªa el puesto so?ado por Hazard y Bale. Hay que convertirlos en medios (en alg¨²n tiempo Isco lo hizo bien) o en falsos extremos a pie cambiado, toda una plaga. El desborde queda para el lateral, que les acompa?a en el ataque una y otra vez, pero que atr¨¢s se ve con frecuencia uno contra dos porque su mediapunta-falso-extremo se abstiene de bajar; o se olvida, porque en su naturaleza no est¨¢ el trabajo, sino el brillo. Y tampoco suelen ser jugadores con mucho gol. Hazard y Bale s¨ª lo tienen, lesiones aparte, de ah¨ª que pasen por delante de todos los dem¨¢s.