Como cada a?o los propietarios pasan de H¨¦roes a Villanos.
Los propietarios de los equipos en descenso sufren las iras de las aficiones, as¨ª como los jugadores con ¨¦l tan manido ¡°mercenarios¡±.

Cualquiera que lleve tiempo viendo futbol, habr¨¢ podido comprobar c¨®mo los jugadores pasan de forma completamente fugaz de ser grandes h¨¦roes a villanos odiados por todos aquellos que unos minutos antes les ten¨ªan por ¨ªdolos. No hace falta m¨¢s que un penalti mal tirado, un ataque mal gestionado o una parada aparentemente sencilla que acaba al fondo de la red. No hay termino medio y si bien no es algo exclusivo del f¨²tbol, es desde luego el escenario donde se magnifica. No concibo a alguien viendo a Nadal aplaudiendo a rabiar tras un "banana shot" ganador y al siguiente punto cuando realiza una doble falta, gritando que es un "paquete". El futbol despierta unas emociones muy particulares.
Lo cierto, es que estas emociones no se quedan en el terreno de juego y con gran frecuencia se extienden a los despachos y el palco de autoridades. A estas alturas de temporada, los equipos con peor situaci¨®n clasificatoria son blanco de las iras de los aficionados y en el Valladolid, con un pie en Segunda Divisi¨®n, no iban a ser menos. Como no pod¨ªa ser de otra forma qui¨¦n hace bien poco era recibido casi como si fuera a ser el nuevo delantero del equipo, ha sido el blanco principal de las cr¨ªticas.

Pocos se acuerdan de que, con todo el respeto, Ronaldo puso en el mapa internacional al Valladolid, que solo con su imagen se batieron r¨¦cords de ventas de camisetas o anunciantes y en definitiva, el valor del club aumento notablemente. Las aficiones querr¨¢n seguir pensando que el f¨²tbol es solo pasi¨®n y arrojo, pero los n¨²meros no enga?an, y en estas fechas los equipos con menor presupuesto y cuyo l¨ªmite salarial es m¨¢s ajustado acaban peleando por salvar la categor¨ªa; (este a?o Elche, Huesca y Eibar estaban entre los ¨²ltimos de esta clasificaci¨®n) y podemos ver que si bien no es exacto se aproxima, (la temporada pasada el Valladolid era el equipo con menor capacidad salarial solo por delante del Mallorca que acabo descendiendo).

Esta visi¨®n empresarial sobre la importancia del componente econ¨®mico en los resultados deportivos es la primera vertiente que debemos tener en cuenta, la segunda es, y aunque resulte pol¨¦mica en estos tiempos que tanto se ha abusado de que el F¨²tbol pertenece a los aficionados ("Football is for Fans"), que no son los aficionados los que generalmente est¨¢n invirtiendo y arriesgando su patrimonio en un club de f¨²tbol. Esta idea rom¨¢ntica de que el f¨²tbol es una fiesta para todos los aficionados mientras que nadie cuestiona qui¨¦n paga dicha fiesta no deja de sorprender a cualquiera una vez eliminados los forofismos.
Cuando un Jeque o un magnate compra un club y anuncia que comprar¨¢ grandes futbolistas, todos los aficionados est¨¢n encantados, poder ver a Van Nistelrooy, Isco, Joaqu¨ªn o Cazorla en Malaga no es f¨¢cil de imaginar de otra manera. El aficionado no pone pegas a ese gasto particular, es cuando el grifo se cierra, cuando se inician las protestas, rara vez encabezadas por una oferta econ¨®mica de alguna plataforma de socios que busque recuperar el club de dichos "villanos" apostando de su propio dinero.

Cuando estas semanas pasadas los aficionados de la Juventus o el Manchester United clamaban contra sus clubs y directamente contra sus propietarios multimillonarios, pocos o ninguno fueron al mercado burs¨¢til, donde cualquiera puede adquirir un paquete de acciones de su club. Cuando se tilda a los jugadores de "mercenarios" porque se van a un club rival con una oferta salarial mejor, seguro es porque ese aficionado sabe en su fuero interno que si a ¨¦l le ofreciesen duplicar su nomina ni en sue?os se ir¨ªa de su empresa. Entendemos el futbol como una afici¨®n millonaria que nadie quiere pagar y cuyos actores deben fingir que el dinero no es importante para ellos, ya sean jugadores o propietarios.
El futbol y el deporte son pasi¨®n y afici¨®n, por supuesto, nadie puede negarlo, pero es a su vez un negocio y con criticas tan airadas pero en muchas ocasiones con poco fundamento hay que actuar con una mayor madurez y criterio que aplicar¨ªamos una vez nos quitasemos la camiseta con el escudo en cualquier otro escenario de nuestras vidas.

Hace una d¨¦cada en el Vicente Calderon era habitual ver pa?oladas y c¨¢nticos continuos contra la familia Gil o Enrique Cerezo, (la pancarta no puede ser m¨¢s parad¨®jica puesto que los verdaderos afectados de la crisis deportiva, o descensos deportivos son aquellos cuyos bienes patrimoniales se deprecian), hoy el Atletico de Madrid lucha por alzarse campe¨®n de LaLiga y se les ha escapado la Champions dos veces cuando ya la acariciaban. Han encontrado un entrenador que refleja el car¨¢cter y la identidad del club, por supuesto, pero ?han acaso tenido una epifan¨ªa o revelaci¨®n sobre c¨®mo gestionar el club?. La respuesta m¨¢s probable es que cuando gestionas una empresa o un club de futbol, a veces aciertas y otras no, y en esos matices hay grandes diferencias, pero pocos de los aficionados que se concentran en los aleda?os de los estadios protestando y en ocasiones provocando disturbios y destrozos, estar¨ªan dispuestos a apostar sus ahorros en su pasi¨®n.
Entiendo que si empezamos a ver el f¨²tbol como lo que verdaderamente es, un negocio dentro de la industria del entretenimiento (y que gran entretenimiento), podremos empezar a comprender que los propietarios toman buenas y malas decisiones pero generalmente son los m¨¢s afectados por las mismas. Que tienen sus limitaciones y aunque como hemos visto la planificaci¨®n y los recursos econ¨®micos son determinantes, un gestor no es muy bueno cuando el bal¨®n entra en el 93? ni debe dimitir y vender en perdidas cuando el bal¨®n se escapa pegado al palo.