M¨¢rquez es humano
En Portimao ha aparecido el M¨¢rquez entregado, valiente, r¨¢pido y pele¨®n de siempre, el que busca los l¨ªmites hasta lo inveros¨ªmil pero que se encuentra condicionado.

Despu¨¦s de dos jornadas con Marc M¨¢rquez en pista se empiezan a despejar algunas inc¨®gnitas sobre su reaparici¨®n. Dir¨ªa m¨¢s bien que se confirman las sospechas, porque sus entrenamientos en el GP de Portugal, despu¨¦s de nueve meses alejado de la competici¨®n, se ci?en bastante a lo previsible. Lo m¨¢s claro es que el talento de un campeon¨ªsimo de su categor¨ªa no se esfuma, que es uno de esos pilotos magistrales capaces de gestas inimaginables para el resto. Sin embargo, tambi¨¦n es humano. En Portimao ha aparecido el M¨¢rquez entregado, valiente, r¨¢pido y pele¨®n de siempre, el que busca los l¨ªmites hasta lo inveros¨ªmil pero que se encuentra condicionado, como ¨¦l mismo ha confirmado, por su estado de forma. Y no se trata de su fractura del h¨²mero derecho, sino de un f¨ªsico que no le acompa?a para exprimir como le gustar¨ªa su moto.
Porque esa Honda, todos los sabemos, es bastante complicada de llevar. Cr¨ªtica y exigente en su pilotaje, tanto que incluso campeones del relumbr¨®n de Jorge Lorenzo sucumbieron en el intento. Desde que M¨¢rquez falt¨® de MotoGP, la marca japonesa qued¨® pr¨¢cticamente eclipsada,?salvo algunos fogonazos en forma de podios de su hermano ?lex. Pol Espargar¨® tambi¨¦n sufre para adaptarse a una m¨¢quina que, en manos de Marc, ha sido imbatible en tantas ocasiones. Aunque no ahora. Se le ve pele¨¢ndose en exceso con ella, sorprendido por sus reacciones, sin la capacidad habitual de controlarla, con sustos ajenos a los l¨ªmites y propios de la incomodidad. Meritoria resulta, por tanto, su clasificaci¨®n en la parrilla y veremos hasta d¨®nde llega en carrera. Lo indiscutible es que necesita tiempo, que el par¨®n ha sido demasiado largo y que cuando las fuerzas le acompa?en de nuevo la pesadilla quedar¨¢ definitivamente atr¨¢s. Paciencia y coraje.