En busca del derbi perdido
En Can Perico, sede de la resistencia, al final del t¨²nel de la Segunda divisi¨®n, m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, tambi¨¦n habr¨¢ fuegos artificiales.

Ha tenido que descender el Espanyol a Segunda para que el mundo se d¨¦ cuenta de que lleva 85 temporadas en la ¨¦lite, 26 de ellas consecutivas desde el ¨²ltimo ascenso, s¨®lo superados por Real Madrid, Bar?a, Athletic y, a partir de ahora, tambi¨¦n el Valencia, con quien compart¨ªa s¨®lo 4 temporadas en la categor¨ªa de plata, mejor que las 6 del Atleti, muy por encima, entre otros, del hoy poderoso Sevilla.
Pierde el Espanyol, por supuesto, fundador de la Liga, cuatro veces campe¨®n de Copa y dos veces finalista europeo, un hist¨®rico que pas¨® siempre m¨¢s inadvertido que los dem¨¢s, quiz¨¢ por no poder alcanzar nunca el t¨ªtulo de Liga, tal vez por no acabar de ser nunca profeta en su propia tierra, donde los poderes medi¨¢ticos y f¨¢cticos siempre acabaron mirando para otro lado. Pero con este descenso, lamentable y merecido, con sinton¨ªa de Morricone, pierden tambi¨¦n el f¨²tbol espa?ol y la gran Barcelona: quedamos sin un derbi en la ciudad de los prodigios, otra magn¨ªfica ocasi¨®n de ofrecer color y diversidad al mundo.
Se abre ahora un abismo ante los pericos para recobrar la categor¨ªa. Ser¨¢ duro, ser¨¢ largo, ser¨¢ muchas veces feo (como bien saben otros clubes de tron¨ªo que han penado sin ascender), y ser¨¢ mejor ser conscientes desde ya de que el reto de volver a ver un derbi barcelon¨¦s en Primera va a ser dificil¨ªsimo. La esperanza de un retorno inmediato no es incompatible con el realismo: la nueva categor¨ªa, esa Segunda que se parece m¨¢s a la Espa?a real que la liga de las estrellas, merece un respeto que hay que afrontar con la paciencia que 42 jornadas requieren.
Mantener la ilusi¨®n es el primer reto. Sin saberlo, los ultras del Barcelona, uno de esos grup¨²sculos a los que el sustantivo gente les viene muy grande, avivaron en el ¨²ltimo derbi la llama de la rivalidad que tanto desprecian y encendieron una luz de esperanza pirot¨¦cnica para el Espanyol en sus horas m¨¢s bajas. En Can Perico, sede de la resistencia, al final del t¨²nel de la Segunda divisi¨®n, m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, tambi¨¦n habr¨¢ fuegos artificiales.