Toca cambiar en el Madrid a algunos comensales¡
Hay una necesidad de resetear una plantilla maravillosa que parece haber llenado la barriga con t¨ªtulos y que no ha sido capaz de hacernos olvidar a marcha de Cristiano.

Cerrado el fichaje de Brahim D¨ªaz por el Real Madrid, en el horizonte aparecen Eriksen, un jug¨®n que desde hace a?os apasiona a mi hijo; Hazard (el favorito de su padre, o sea yo); Sarabia (nos gusta a los dos, ah¨ª no discutimos) e Icardi (el mejor nueve fichable para este mercado de invierno). Para verano ya hablaremos del verdadero gran sue?o de todos los madridistas: Mbapp¨¦. La cuesti¨®n no es s¨®lo si estos fichajes deben acometerse o no dadas las costosas operaciones que se intuyen. El quid del asunto radica en la necesidad de hacer un reseteo profundo en una plantilla maravillosa que parece haber llenado la barriga con tantos t¨ªtulos y que no ha sido capaz de hacernos olvidar la marcha de Cristiano y sus 50 goles anuales. Cierto que fue el club y no ellos el responsable de no suplir la rueda de oro del portugu¨¦s con un fichaje de relumbr¨®n (esa reforma del Bernab¨¦u nos va a costar cara en todos los sentidos¡). Pero tambi¨¦n es verdad que tras el nuevo fiasco, esta vez con el Villarreal, ha llegado la hora de programar un equipo al que entre gente con juventud, hambre y ambiciones ilimitadas. Toca mover la mesa y cambiar a alguno de los comensales.
La afici¨®n pide fichajes no s¨®lo por el morbo de la novedad que siempre gusta, sino porque es necesario regenerar un grupo que se muestra acomodado y saciado, sobre todo en el torneo liguero. Parece que les cuesta sufrir cada semana, casi que les molesta. Esta vez no cuela lo de fiarlo todo a la Champions. Es una ruleta rusa que, por desgracia, un d¨ªa fallar¨¢. Jugar en el alambre es peligroso. Puede llegar el Cazorla de turno y amargarte el resto de la temporada¡