Toda precauci車n es poca
Cuando decidimos salir al campo a disfrutar de nuestra pasi車n, la caza, no dudamos en meter dentro de nuestra mochila o morral cada una de las cosas que vamos a necesitar para poder aprovechar la jornada que tenemos por delante.

Cuando decidimos salir al campo a disfrutar de nuestra pasi車n, la caza, no dudamos en meter dentro de nuestra mochila o morral cada una de las cosas que vamos a necesitar para poder aprovechar la jornada que tenemos por delante.
Desde la ropa que debemos utilizar o el arma, dependiendo de qu谷 modalidad vayamos a practicar, de las condiciones atmosf谷ricas... hasta el rico taco que nos ayudar芍 a recuperar las energ赤as perdidas.
Sin embargo, un punto importante, lo dejamos al azar. Es harto evidente que la caza es imprevisible, pero nuestra seguridad, no. Pocos son los que a d赤a de hoy siguen acompa?ando sus jornadas con un equipo que proteja su salud: la auditiva, con unos cascos que protejan nuestros o赤dos de la detonaci車n de las armas; unas gafas homologadas para proteger nuestros ojos de un perdig車n perdido o, simplemente, una prenda reflectante para poder ser vistos con facilidad.

En nuestro pa赤s, la media de muertes por accidente de caza se sit迆a en torno a las 50 al a?o, lo que podr赤a suponer un 0,005?% del total de los practicantes de la actividad. Si, en cambio, estudiamos el n迆mero de accidentes sin tan tr芍gico final, se sit迆an en torno a los 3.800 al a?o, lo que supondr赤a un 0,38?% del total de los cazadores.
Aunque visto as赤 los porcentajes no son elevados, y por suerte no van en aumento, es evidente que la caza se practica en la mayor赤a de sus modalidades con un arma de fuego, ya sea escopeta o rifle, lo que requiere una especial precauci車n en el manejo de la misma para evitar este tipo de sucesos. Por pocos que sean, siempre son demasiados.
Pero no solo est芍 en juego nuestra seguridad. Por ende, debemos tomar mil y una precauci車n por los da?os que podamos provocar a terceros: un disparo mal dado, una ca赤da accidental que accione nuestra arma, un perro que aparezca de repente pudiendo provocar un fatal final para 谷l, para un compa?ero o para otra persona que se encuentre en el campo. Por ese motivo, toda precauci車n es poca.

El seguro de nuestra arma, siempre, siempre debe estar puesto. Imprescindible en caza en mano o al salto por riesgo a tropiezos, etc.
En monter赤as, no moverse del puesto hasta que nos recoja el postor ?por favor! De esta forma, evitaremos accidentes que, como todos los a?os, ya vienen siendo, por desgracia, noticias muy tristes, y que en alg迆n caso se podr赤an haber evitado si hubiese primado, por encima de todo, el sentido com迆n.
Por mucha prudencia que queramos tener no estamos libres de que ocurra un fatal accidente.
C車mo en todas las actividades que entra?an alg迆n riesgo para nosotros o terceros es muy importante tener un buen seguro que nos pueda cubrir en el caso, nunca deseado, de tener un accidente.
Pero si entre todos ponemos nuestros sentidos para que no tengamos que volver a leer titulares con los que se nos encoge el alma, habremos dado un paso agigantado.
Por favor, sentido com迆n.
La seguridad debe ser la prioridad absoluta.