Pablo Lima, un n¨²mero uno en la sombra

En el p¨¢del, como en todos los deportes, existen clich¨¦s, argumentos recurrentes, bulos y convencimientos generales. Jugadores inconstantes, genios incomprendidos, sobrevalorados y mil y una maneras m¨¢s de etiquetarlos. Pero existe uno, de los m¨¢s extendidos sobre el World Padel Tour, que sorprende por su confusa divergencia con la realidad. Infravalorar a Pablo Lima.

La mitad del n¨²mero uno, junto a Fernando Belastegu¨ªn, que no est¨¢ bien valorada. O al menos en su justa medida. Su escasa empat¨ªa dentro de la pista, su actitud competitiva, la ausencia de florituras en un juego al servicio del resultado y su cristalina sinceridad al hablar delante de los micr¨®fonos le han restado brillo. Sorprendente para un tipo que est¨¢ entre los tres mejores jugadores de p¨¢del del mundo desde hace casi una d¨¦cada.

El abanderado de ASICS P¨¢del junto a Fernando Belastegu¨ªn

Porque el abanderado de Asics P¨¢del vive alejado del ruido. Apartado de los focos, el eco medi¨¢tico y las portadas. Pocas veces se resalta de lo que es capaz, lo que consigue o genera y cu¨¢n grande es su figura dentro de una pista. Tanto es as¨ª que el propio Fernando Belastegu¨ªn no dud¨® en se?alarle en Granada como protagonista, en plena final, reclamando la atenci¨®n del p¨²blico en su figura. Si eso no fue suficiente, Lima acab¨® con MVP del torneo.

Un drive que es rev¨¦s. Un zurdo implacable en la defensa, ag¨®nico en el esfuerzo y contundente en el ataque. Su agilidad, garra y firmeza tras la l¨ªnea de servicio le hacen brillar donde muchos otros perecen. Su velocidad y contundencia le hacen temible cuando ronda la red. Su smash, especialmente por tres, le convierte en uno de los mejores rematadores del World Padel Tour. Su bandeja a la verja, golpe de hemeroteca que ense?ar en cualquier escuela de p¨¢del.

Y es mucho m¨¢s que todo eso. El ¡®Ca?¨®n de Porto Alegre¡¯ es el jugador que, junto a Juani Mieres, logr¨® romper el incontestable reinado de Belastegu¨ªn y Juan Mart¨ªn D¨ªaz, ¡®Los Reyes del p¨¢del¡¯, aunque fuera por un breve espacio de tiempo. Es el mismo que se ha lesionado en dos Master Final consecutivos buscando los l¨ªmites. El mismo que lleg¨® a Espa?a con cinco euros, sufri¨®, sobrevivi¨® y creci¨® e inclus¨® no dud¨® en sacrificar compa?ero, ciudad o estilo para ser quien es. Un n¨²mero uno. El resto de etiquetas, se pueden desechar