Tercer tiempo
Cristiano marc¨® en los ¨²ltimos minutos y salv¨® al Madrid de la mordida del Getafe. Luis Su¨¢rez hizo lo propio para salvar al Bar?a de la primera derrota de LaLiga.
Los ¨²ltimos minutos
Cristiano marc¨® en los ¨²ltimos minutos y salv¨® al Madrid de la mordida del Getafe. Luis Su¨¢rez hizo lo propio para salvar al Bar?a de la primera derrota de LaLiga. A Cristiano lo empuj¨® Isco, que es ahora uno de los mejores alimentos de la despensa blanca. Qu¨¦ futbolista, con qu¨¦ ¨¢nimo de artista se ha hecho imprescindible, como un condimento sin el cual el equipo de Zidane parece cojo o pesado. No es Isco una s¨ªlfide, pero cuando juega se adelgaza, y sirve para un roto y para un descosido. El s¨¢bado sirvi¨® para un roto. Y Su¨¢rez, el uruguayo, al fin hizo diana. Celebr¨® raro.
Las celebraciones
Nuestro director dijo en su art¨ªculo de ayer que no le gust¨® que celebrara as¨ª Luis Su¨¢rez. Es feo vengarse del p¨²blico; lo han hecho otros en la historia, como Ra¨²l, famoso tambi¨¦n por besarse el anillo. Jorge Valdano, que ve los detalles que nadie ve, observ¨® que esos gestos matrimoniales de la leyenda blanca eran imitados en los campitos de las escuelas por ni?os que no llevaban ni anillos. Luis Su¨¢rez imit¨® a Ra¨²l y, como ¨¦ste, hizo una tonter¨ªa. Soliviantas al p¨²blico ajeno y no consigues nada del tuyo. En una ¨¦poca tan crispada, adem¨¢s, ?de qu¨¦ sirve que el f¨²tbol le eche le?a al fuego?
Escenario de amistad
Algo me llam¨® la atenci¨®n, y me emocion¨®, de los proleg¨®menos del partido en el Wanda, que al fin se llama tambi¨¦n Metropolitano. As¨ª que seguir¨¦ diciendo Metropolitano, como Mart¨ªn Navas, del que Rela?o se acordar¨¢, por cierto. Lo que me llam¨® la atenci¨®n fue que ah¨ª, en ese estadio, ahora hay un espacio que parece un campo de juego (lo dijo Dani Garrido en Carrusel). En ¨¦l se encuentran los futbolistas de uno y otro equipo, se abrazan, quedan quiz¨¢ para cenar o se intercambian an¨¦cdotas de sus chiquillos. Luego, en este caso pas¨®, se ponen a jugar como contrarios.
Amistosos re?idos
En ese clima prepartido alcanzan (eso fue lo que sucedi¨® el s¨¢bado) una deportividad emocionante. Vi a Piqu¨¦ abrazarse con todos, a Messi buscar contrarios muy queridos, a Busquets queriendo estrujar de cari?o al a¨²n ausente Diego Costa. Fue un festival de la amistad entre contrarios, y es de celebrar. Luego vino el partido: un muy re?ido amistoso, de enorme calidad, en el que alguna protesta hubo (Messi se enfad¨® mucho porque se sinti¨® herido de penalti). Pero la deportividad fue mayor que la ri?a. ?Efecto del enorme pasillo del Nuevo Metropolitano? Quiz¨¢.
Juntarse para jugar
En todo caso, pone en evidencia ese espacio que el f¨²tbol es de seres humanos que quieren juntarse para jugar con todas las consecuencias, que eso conlleva. LaLiga no es s¨®lo un espect¨¢culo. Es, desde el punto de vista de los aficionados, una emoci¨®n en la que sobresale la competici¨®n. Cuando pierde tu equipo t¨² sufres, no contemplas que ah¨ª hay multimillonarios. Y si el juego es tan excelso como el que ofrecieron Atl¨¦tico y Bar?a, como el juego que practica Isco, te vas del fin de semana como si te hubieran hecho un regalo aunque no hayan ganado los tuyos.
El dicho de Reverte
?Que los tuyos empatan en el ¨²ltimo suspiro? Ya lo dice siempre P¨¦rez-Reverte: hasta que el rabo pasa todo es toro. Ah¨ª est¨¢ el Athletic, que gan¨® al Sevilla, o el 0-2 de la Real ante el Alav¨¦s. Estuve en Nueva York con un seguidor fiel de la Real, Fernando Aramburu, autor de Patria. Vive en Alemania. Su otro equipo, el Hannover, perdi¨® por la m¨ªnima. Quiz¨¢ no conoce a ning¨²n jugador de ambos equipos, pero sufre por ellos. El f¨²tbol es un sufrimiento que conoce el que ama a su equipo, compuesto de muchachos desconocidos de los que depende tu felicidad los fines de semana.
La frase
¡°Hasta que el rabo pasa todo es toro¡±
Dicho popular que cita mucho Arturo P¨¦rez-Reverte