Sufr¨ªa una superstici¨®n compulsiva
El chico de moda en Alemania tiene un tic. Bueno no, son varios. El primero y menos peligroso es su pasi¨®n por el calzado deportivo.

El chico de moda en Alemania tiene un tic. Bueno no, son varios. El primero y menos peligroso es su pasi¨®n por el calzado deportivo. El delantero del Leipzig posee varios armarios repletos de zapatillas e incluso lleg¨® a pagar m¨¢s de 400 euros por un solo par. Es adicto. Timo Werner tambi¨¦n es extremadamente supersticioso, lo que lleg¨® a causarle muchos problemas hasta hace muy poco. ¡°Constru¨ªa rituales en torno a mi vida cotidiana que no ten¨ªan sentido¡±, contaba el goleador en una entrevista concedida a Bild. ¡°Un ejemplo: si el mi¨¦rcoles hab¨ªa comido en cierto restaurante y el s¨¢bado siguiente estaba contento con mi rendimiento, sent¨ªa la obligaci¨®n de comer el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en el mismo restaurante¡±.
Se trataba de un trastorno obsesivo compulsivo que empez¨® a tratar con el psic¨®logo Philipp Laux durante su estancia en el Stuttgart. Y le ayud¨®. Werner lo describe as¨ª: ¡°Laux escogi¨® esta imagen: por un lado est¨¢ el ¨¢ngel que te dice que no seas supersticioso, por el otro el diablo que te dicta esto y lo otro para que las cosas vuelvan a ir bien. Estos pensamientos de superstici¨®n pueden venirme, pero ya s¨¦ que son una gilipollez¡±, sentenci¨®.