Villar y la limitaci¨®n de mandatos

El enredo de Villar replantea la cuesti¨®n de la conveniencia o no de la limitaci¨®n de mandatos. Ciudadanos, con cierto oportunismo port¨¢til, ha aprovechado para sugerirlo. Es un asunto sobre el que hay opiniones. Para gente del deporte, la permanencia al frente de una federaci¨®n facilita el acceso a la correspondiente internacional. Tales fueron los casos, por ejemplo, de Odriozola y de Villar. Claro que eso val¨ªa m¨¢s para otro tiempo que para este. El actual presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, s¨®lo llevaba tres a?os al frente de la Federaci¨®n Eslovena para acceder a ese cargo. No le hicieron falta siete mandatos.

Pero ese l¨ªmite de mandatos no existe en municipios, comunidades ni en el gobierno de la Naci¨®n. ?Realmente se puede imponer, v¨ªa Ley del Deporte, una limitaci¨®n a dos o tres mandatos en las federaciones deportivas? Jos¨¦ Ram¨®n Lete, hoy secretario de Estado para el Deporte, pens¨® alentar esa norma cuando lleg¨®, tiempo atr¨¢s, al frente del deporte gallego. Pero se dio cuenta a tiempo de que Fraga iba a presentarse a su quinto mandato consecutivo. Recul¨®, claro. Las federaciones deportivas, que tienen pujos de organizaciones privadas (con derecho al uso del nombre y la bandera del pa¨ªs o la comunidad) pondr¨ªan el grito en el cielo.

Pero, claro, el caso Villar, la sensaci¨®n de impunidad que le ha creado tan larga permanencia, da que pensar. Claro que esto ha sido posible, adem¨¢s de por la extrema duraci¨®n, por el descuido de los controles. En ese sentido, ha sido particularmente infortunado el papel de M¨¦ndez de Vigo, que no se crey¨® a Cardenal y le sustituy¨®. Se inform¨® mal, o fue un reflejo de esa actitud tan de su partido (y de otros) de fingir que la corrupci¨®n no existe hasta que revienta. Ahora toca alabar ¡®que el sistema funciona y nadie es impune¡¯. Pero no era eso lo que el ingenuo ministro dec¨ªa hace meses, cuando celebraba que se acababa la crispaci¨®n en el deporte espa?ol.