Luis Enrique y la Grada de Animaci¨®n
El Bar?a gan¨® al Legan¨¦s, pero esa victoria no le a?ade ning¨²n laurel. Lleg¨® ¡®in extremis¡¯, de penalti, y despu¨¦s de que Ter Stegen salvara varios goles
El Bar?a gan¨® al Legan¨¦s, pero esa victoria no le a?ade ning¨²n laurel. Lleg¨® ¡®in extremis¡¯, de penalti, y despu¨¦s de que Ter Stegen salvara varios goles. C¨®mo ser¨ªa la cosa que Messi, que transform¨® el penalti, ni lo celebr¨®. Como en Par¨ªs, el gran d¨¦ficit del Bar?a fue el medio campo, que no control¨® el partido. Ni arm¨® juego ni contuvo los avances del rival. Se hace extra?o ver al Bar?a sufrir tanto en la zona en la que ha fundamentado su excelencia durante estos a?os que empiezan a quedar atr¨¢s irremisiblemente. Ese hundimiento del medio campo del Bar?a hace que las miradas se dirijan a Luis Enrique, que hace cambios y cambios sin resultado.
Bartomeu, como hab¨ªa anunciado, compareci¨® ayer para dar un mensaje tranquilizador tras el desastre de Par¨ªs. Lo m¨¢s relevante que dijo fue que el entrenador que el club quiere es Luis Enrique, pero los acontecimientos posteriores no le ayudaron. La Grada de Animaci¨®n, una clac al estilo de la que ha creado el Madrid, se arranc¨® al poco de empezar el partido con gritos de ¡°?Luis Enrique! ?Luis Enrique!¡±. Del resto del campo surgieron pitos. El duelo se repiti¨® varias veces. En ocasiones, la respuesta fue ¡°?Bar?a, Bar?a!¡±, en otras, pitos para hacer callar a la clac que adulaba al entrenador. El campo no est¨¢ con Luis Enrique.
Ese repudio de parte del estadio a los gritos de la Grada de Animaci¨®n record¨®, por cierto, al de la v¨ªspera en Sevilla. Los ¡®biris¡¯, que han obtenido el triste galard¨®n de ser considerados ¡®grupo violento¡¯, lanzaron gritos contra el presidente, al que llamaron marioneta. Del resto del campo surgieron pitos contra ellos. Es una buena noticia que esos grup¨²sculos de radicales pierdan el monopolio de la voz del estadio. Demasiado se les ha consentido y estamos viendo que, tras un periodo de prudencia por la muerte de Jimmy, vuelven a crecerse all¨¢ y acull¨¢. Es bueno que la mayor¨ªa habitualmente silenciosa les haga sentir que no est¨¢ con ellos.