Nuestra querida San Silvestre
Las carreras de San Silvestre forman ya parte de nuestras Nocheviejas, y a nadie extra?a que la gente se ponga a correr...
Las carreras de San Silvestre forman ya parte de nuestras Nocheviejas, y a nadie extra?a que la gente se ponga a correr horas antes de tomar las uvas. Mas no siempre fue as¨ª. Hasta hace relativamente poco, la San Silvestre s¨®lo se corr¨ªa en Madrid; era concretamente la San Silvestre Vallecana, porque fue en Vallecas donde naci¨®, con el nombre de Gran Premio de Vallecas. Todo esto lo recordaba ayer Antonio Sabugueiro ante los 25 medios de comunicaci¨®n a los que quiso premiar en conmemoraci¨®n de los 25 Silvestres del A?o que van, y que en esta ocasi¨®n recay¨® en Javier Fern¨¢ndez. Mas no somos los medios quienes nos merecemos una distinci¨®n, sino el propio Sabugueiro, fundador y a¨²n alma de la carrera con sus joviales ochenta y tantos a?os.
Cuando Sabugueiro fund¨® la carrera en 1964 lo hizo con gran entusiasmo y sin apenas medios. Los atletas ten¨ªan que sortear los coches de la organizaci¨®n y de los periodistas que segu¨ªan la carrera, y a m¨¢s de uno le sorprendieron las campanadas en plena carretera volviendo a casa. Que la gente corriera en Sao Paulo, con el calorcito brasile?o, se pod¨ªa entender, pero aqu¨ª, en pleno invierno y en fecha tan se?alada... Pues esa locura acab¨® convirti¨¦ndose en carrera multitudinaria, copiada por decenas de ciudades y que ha llegado a superar a la original, la de Sao Paulo. Todo, por el esfuerzo, la dedicaci¨®n y el empe?o de Sabugueiro, todo un ejemplo de qu¨¦ lejos se puede llegar cuando se hacen las cosas con pasi¨®n, convencimiento e imaginaci¨®n.