La tarjeta de Torres

Excesiva y decisiva. Partiendo de la base de que el criterio sobre las tarjetas es muy subjetivo, incluso paranoico en algunos ¨¢rbitros, me atrevo a decir que la acci¨®n de Torres sobre Busquets no merec¨ªa una amarilla. Si nos fijamos, cuando Sergio recibe el bal¨®n, controla mal inicialmente y ¨¦ste se le escapa un metro, ah¨ª Torres acelera buscando la pelota y en ese movimiento tropieza con el pie de apoyo del azulgrana. No es una patada, no es una zancadilla por detr¨¢s, no es una acci¨®n violenta, es un lance del juego. Tiene m¨¢s de torpeza del rojiblanco que de intencionalidad. Si a esto le a?adimos que la pelota est¨¢ en medio campo, no corta una acci¨®n de peligro, que el jugador ten¨ªa una amarilla y que estamos en unos cuartos de final de la competici¨®n m¨¢s importante, la tarjeta es totalmente desproporcionada. Condicion¨® el partido y la eliminatoria. Dejaba totalmente disminuido al Atleti, no s¨®lo por quedarse con uno menos sino por perder al ¨²nico jugador que pod¨ªa crear peligro en el plan concebido por Simeone. El aceler¨®n del Bar?a en la segunda mitad fue magn¨ªfico, pero si el Atleti hubiera tenido algo con lo que amenazar la porter¨ªa contraria, el panorama no hubiera sido tan opresivo.
Campa?as y ac¨®litos. Decir que el ¨¢rbitro favoreci¨® al Bar?a el pasado martes no es afirmar que el equipo ha conseguido sus ¨²ltimos t¨ªtulos por las ayudas arbitrales. A ver si se enteran los monaguillos de uno y otro bando, que ya cansan. Los azulgranas son de largo el mejor equipo de este siglo, pero arbitrajes como el del alem¨¢n Brych ni les convienen ni les deber¨ªan hacer falta. Por otra parte, que Torres no juegue la vuelta y s¨ª lo haga Luis Su¨¢rez es un atropello a la justicia de este deporte. Los desajustes violentos del uruguayo ponen en peligro su magn¨ªfica carrera de delantero. Al siguiente, si el ¨¢rbitro se hace el sueco, los comit¨¦s deber¨ªan actuar de oficio y sancionar su comportamiento.
La realidad blanca. El Madrid gan¨® en el Camp Nou refugiado atr¨¢s y saliendo al contragolpe, su mejor y casi ¨²nico plan. Pero ese croquis no vale ante otros equipos, que prefieren hacer lo mismo que los blancos. Cuando un buen equipo espera al Madrid atr¨¢s, cerrando espacios y apretando, los madridistas sufren para crear ocasiones de gol. Esto pasaba con Ancelotti, con Ben¨ªtez, con Zidane y con cualquiera que ponga a la BBC por decreto. El resultado de Wolfsburgo es mal¨ªsimo y obliga a un partido perfecto en el Bernab¨¦u en la vuelta, el pr¨®ximo martes. M¨¢s all¨¢ de conjuras, esp¨ªritus y dem¨¢s parafernalia rancia, har¨¢ falta f¨²tbol, talento y un poco de suerte.
Anoeta. Yo que Luis Enrique dejaba a Messi en el banquillo por ver si pasaba lo del a?o pasado y reaccionaba como un cohete. El pollo merecer¨ªa la pena.