Reneses, el constructor franciscano
Enga?a mucho el blindaje cordial de Alejandro A¨ªto Garc¨ªa Reneses: tan cordial y tan blindaje como lo que el mundo exterior (no Umberto Eco, su creador) hallaba en la fachada de Fray Guillermo Baskerville, el genial franciscano anal¨ªtico sobre el que gira ¡®El Nombre de la Rosa¡¯. Pero son la fortaleza y la dualidad aceradas de Garc¨ªa Reneses, lo que, todo junto, lo mantiene ah¨ª arriba tras 50 a?os de profesi¨®n y casi en los 70 de vida. En su personalidad, Alejandro G. Reneses agrupa el talento de Baskerville... y la disciplina monacal, casi fan¨¢tica en sus principios, de Jorge de Burgos, el peor enemigo de Guillermo. Enfrentados en una lucha mortal, esos dos hombres juntos habr¨ªan creado una unidad invencible.
Como Fray Guillermo, A¨ªto analiza m¨¢quinas, equipos y hombres para, en su lado franciscano, acogotar a base del desgaste y por v¨ªa de la evidencia. Como Jorge de Burgos, Reneses vive al servicio de su concepto insobornable de e-qui-po: sin concesi¨®n a la sonrisa y m¨¢s como el terrible monje ciego benedictino de ¡°verdad jam¨¢s tocada por la duda¡±. Lanz¨® las carreras de Andr¨¦s Jim¨¦nez, Juan Carlos Navarro, Pau Gasol, Ricky Rubio y Rudy Fern¨¢ndez. Nos trajo a Brian Jackson, Audie Norris... y Porzingis. No quiso a Drazen Petrovic, no pudo fichar a Fernando Mart¨ªn Espina. Un franciscano constructor: de equipos.