Piqu¨¦: psicoan¨¢lisis sobre un div¨¢n a partir de Shakira
Para ver la vida como Piqu¨¦ hay que subir al ¨²ltimo piso de un rascacielos. Y ni siquiera as¨ª tendr¨ªamos la perspectiva adecuada; todav¨ªa nos sacar¨ªa una cabeza. Permitan la cita: ¡°Hombres y mujeres no son solamente ellos mismos; son tambi¨¦n la regi¨®n en la que nacieron, el apartamento o la granja en la que aprendieron a caminar, los juegos que jugaron, las supersticiones que escucharon, la comida que comieron, las escuelas a las que acudieron, los deportes que practicaron, los poetas que leyeron y el Dios en el que creyeron. Todos esas cosas les han hecho lo que son y esas son las cosas que no puedes saber de o¨ªdas¡±. Si les ha gustado lo anterior les recomiendo que lean la novela ¡®El filo de la navaja¡¯, de Somerset Maugham.
Lo que pienso hacer a partir de aqu¨ª es ignorar el consejo del viejo Somerset. Pretendo divagar sobre Gerard Piqu¨¦ sin conocerle personalmente y lo har¨¦ desde Madrid, m¨¢s cerca de La Castellana que del Manzanares, lo que supone a?adir a todo lo que se me interpone los filtros de la distancia y del prejuicio. Me dispongo a transgredir, por tanto, las m¨¢s elementales reglas de la prudencia, despreciando buenos consejos y mejores refranes: ¡°Cuando alguien juzgue tu camino, pr¨¦stale tus zapatos¡±.
Enunciados los prejuicios, debo hacer notar las inclinaciones. A m¨ª me gusta Shakira, afirmaci¨®n que matizar¨¦ antes de que alguien ponga el grito en el cielo: la escucho en el coche y en los tonos m¨¢s bajos canto con ella. Supongo que este hecho condiciona de alg¨²n modo mi percepci¨®n de su esposo, tanto en lo bueno y como en lo malo. Doy por seguro que tambi¨¦n influye que Piqu¨¦ sea un tipo apuesto. Los hombres guapos generan cierta prevenci¨®n entre nosotros los tipos convencionales. Digo prevenci¨®n, pero al mismo tiempo hay algo de admiraci¨®n, envidia, amenaza e imitaci¨®n.
Prosigamos. Hace pocos d¨ªas, El Pa¨ªs public¨® una divertida entrevista con Shakira firmada por Jacinto Ant¨®n, al que toca felicitar, pues aprovech¨® al m¨¢ximo el tiempo que se le concedi¨® (intuyo que poco) en un acto promocional. Preguntada por Piqu¨¦, Shakira contest¨®: ¡°Gerard es un hombre con gran carisma y que despierta muchas pasiones, comenzando por m¨ª. ?l vive sin miedo, es un tipo feliz y juguet¨®n, esencialmente. Hay gente a la que le molesta su actitud, pero ¨¦l est¨¢ jugando. No tiene ninguna mala intenci¨®n. Es un hombre muy aut¨¦ntico y muy divertido¡±.?Jurar¨ªa que en esa respuesta est¨¢ todo que queremos saber sobre Piqu¨¦. S¨®lo tenemos que aplicar la rebaja necesaria, detectar los eufemismos y cavar entre l¨ªneas.?
En el fondo, la declaraci¨®n de Shakira es una declaraci¨®n de amor y s¨®lo hay que despojarla de algunas flores. Cuando dice ¡°juguet¨®n¡±, y cuando incide en su af¨¢n por jugar, debemos entender que su marido es infantil en ciertos aspectos, de un infantilismo m¨¢s travieso que ingenuo. Esta impresi¨®n encaja con las actitudes de Piqu¨¦ que m¨¢s irritan: el salivazo a un directivo de la Federaci¨®n, provocaciones tuiteras (emoticonos incluidos) y su afici¨®n a saltar en todos los charcos. De su capacidad para despertar pasiones no hay quien dude. Ni de su felicidad, ni de su ausencia de miedo. Tampoco de que le gusta la diversi¨®n. Piqu¨¦ tiene 29 a?os y carece de traumas conocidos. Digamos que su vida siempre ha girado entre el bien y el muy bien. Familia bien, bien de amigos, bien de amigas, bien de guapo y bien de f¨²tbol. Su notabil¨ªsima inteligencia (140) le hace disfrutar de su suerte, y aprovecharla, pero no evita que desbarre ante la Guardia Urbana o que en ocasiones frene tarde, o que no frene nunca.
Se equivocan quienes dicen que Piqu¨¦ es independentista, porque en realidad es independiente, el m¨¢s vivo ejemplo de la autodeterminaci¨®n de uno mismo. Dir¨ªa que por esa raz¨®n no es el capit¨¢n del Bar?a y que por el mismo motivo le cuesta tanto aceptar que en la Selecci¨®n no se representa s¨®lo a s¨ª mismo.
Me gusta Piqu¨¦, pese a todo. Celebro su diferencia, aunque difiera de algunas de sus travesuras. En general, aplaudo su alegr¨ªa vital y envidio que Shakira le cante en la ducha. Pero lo que m¨¢s valoro y lo que m¨¢s me emociona, lo que me inclina hacia su lado definitiva y filos¨®ficamente, es que Piqu¨¦, el aut¨¦ntico (creo), me sigue en Twitter.