Caso ¨²nico de resistencia en el f¨²tbol mundial
Sale reforzado cuando todo se pone en contra.
Tengo que repetirme tantas veces que el R.C.D. Espanyol es el cuarto equipo con m¨¢s temporadas en Primera Divisi¨®n (ya va por la 81, como el Valencia), que ni yo mismo me lo creo. M¨¢s que el Atl¨¦tico de Madrid, vacilo a mis muchos y buenos amigos colchoneros. El club que logr¨® el primer gol en la historia de la Liga (Pitus Prat, que est¨¢s en los cielos) y de la Copa es el gran olvidado del f¨²tbol espa?ol. Nunca gan¨® la Liga, s¨®lo tiene cuatro t¨ªtulos coperos, y su econom¨ªa es precaria, pero ning¨²n otro club con su solera recibe menos reconocimiento. El Espanyol es un milagro. Caso ¨²nico en el f¨²tbol mundial, como L¡¯Equipe con el Athletic, en clave de resistencia a un clima hostil. Pero eso no es bueno. Porque los esfuerzos in¨²tiles generan melancol¨ªa. Y la maravillosa minor¨ªa de la que se pitorre¨® el Piqu¨¦ monologuista sobrevive como puede ante la masa.
El folklore a?adido a los dos ¨²ltimos derbis me recuerda mucho al d¨ªa que la Guardia Urbana (los municipales barceloneses) me increp¨® con grandes voces y aspavientos desaforados por circular con las luces largas. ¡°Oiga, agente, o la bronca o la multa, pero las dos cosas no¡±. As¨ª es como se siente el espanyolismo tras el primer envite copero, con dos futbolistas lesionados, dos jugadores expulsados, cuatro goles en contra, el chuleo antideportivo de los barcelonistas a los que les va y mucho la marcha (apunten a Su¨¢rez, Neymar y Piqu¨¦)¡ Y adem¨¢s, por si fuera poco, una furibunda cr¨ªtica medi¨¢tica. No solamente desde Barcelona, cantinela habitual, sino del resto de Espa?a, donde se miden las palabras para hablar de este Bar?a so pena de ser acusado de traici¨®n al f¨²tbol.
La realidad es much¨ªsimo m¨¢s compleja: s¨ª, el Espanyol fue un equipo duro en el partido de Liga disputado en Cornell¨¤ y en el de Copa jugado en el Camp Nou, el ¨ªnclito Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez perdon¨® tarjetas en el 0-0 y Pau L¨®pez agredi¨® infamemente a Messi en el 4-1, pero tambi¨¦n es cierto que mientras compiti¨® sin lesionados, fue un buen equipo de f¨²tbol: agresivo en la parcela defensiva (hasta donde permite el ¨¢rbitro, como debe ser) y punzante en ataque, con car¨¢cter y mucha personalidad, como no se ve¨ªa en los derbis catalanes desde hac¨ªa ya bastante tiempo. Un equipo cuyo gran error fue quitarle dos puntos en buena lid a su m¨¢ximo rival en una sociedad que todav¨ªa desprecia a los que piensan diferente. Un club hecho en la resistencia que, sin embargo, sale reforzado cuando todo se pone en su contra.