El gran secreto del italiano
Como el f¨²tbol tiene memoria, la Champions cerr¨® el a?o pasado la deuda pendiente con Ancelotti, que perdi¨® lastimosamente una en Estambul y gan¨® milagrosamente otra en Lisboa. Claro que con este argumento la deuda con el Atl¨¦tico ya es doble. El f¨²tbol no siempre atiende a todos. Carlo fue recibido como el pacificador, una especie de entrenador de perfil bajo a pesar de su impresionante palmar¨¦s, ideal para acabar con el terremoto que dej¨® su antecesor. Ten¨ªa mucho trabajo por hacer, el m¨¢s importante convertir en normal el d¨ªa a d¨ªa del Madrid. Y vaya si lo ha logrado en un club cuya actualidad es capaz de atropellarlo todo.
Adem¨¢s, ha armonizado los intereses estrat¨¦gicos y deportivos, all¨ª incluso donde el equilibrio, ese del que tanto habla, no se aprecia a primera vista. Pero entre los buenos y los muy buenos ha optado por estos ¨²ltimos y ah¨ª sigue. Ancelotti no pierde la calma sobre el volc¨¢n, siempre parece que toma sus decisiones desde la templanza, con lo que genera confianza a su alrededor, y es un experto en encontrar salidas del laberinto. Ese es su secreto.