USA no esconde sus recursos
Lo mismo, cada vez m¨¢s contundente. La selecci¨®n de USA no esconde sus recursos, ni falta que le hace (de momento). Est¨¢ por ver si se les puede ganar pero no resulta complicado resolver c¨®mo. El rebote ofensivo y los puntos al contraataque tras p¨¦rdidas son sus hidratos y sus prote¨ªnas. La carga del rebote de ataque con Davis, Faried y Cousins hay que soportarla con disciplina, colaboraci¨®n de per¨ªmetro y la combinaci¨®n de f¨ªsico y cent¨ªmetros de la que no dispone Eslovenia. El quinteto titular de USA sale a la pista despu¨¦s del tiempo de descanso como leones de un circo embargado, tap¨¢ndole la nariz y la boca al rival. La contundencia y la insistencia en la manera de ganar le est¨¢ dando horas de v¨ªdeo y d¨ªas de estudio a los dos rivales que les quedan por enfrentar. Pero una gran conferencia no solo necesita de unos apuntes completos, se exige la formaci¨®n, expresividad y carisma del orador. Los mejores actores son los que m¨¢s ensayan y mejor entienden el gui¨®n que quieren interpretar.
Otra vez Lituania. Lituania es semifinalista. Otra vez. La selecci¨®n fiable de cada torneo, siempre preparada. Imperturbable en cada partido hasta que se revelan las grietas de los rivales. En esta coyuntura estos son los mejores ep¨ªtetos que se le pueden regalar, porque sus ¨²ltimos veinte a?os de historia est¨¢n salpicados de m¨¢s y mejores recursos humanos y baloncest¨ªsticos. Sin su base titular, Kalnietis, pierde al menos un 30% de rendimiento. El equipo adolece de falta de gu¨ªa, de la ausencia de la voz del orden y el sentido de lo que procede en cada momento. Seibutis est¨¢ desbordado de trabajo, con las responsabilidades sin due?o en la direcci¨®n y su presencia anotadora habitual.
El color del dinero. En Turqu¨ªa hay que salvar el esfuerzo, la entrega y el juego de Preldzic, Guler, Gonlum y Asik, pero la actuaci¨®n de muchos de sus compa?eros volvi¨® a insinuar ese mal que por bien suele venir, de hecho. Internacionales que obtienen contratos de 750.000 euros con 19 a?os para dibujar una vida que le deja poco espacio al sacrificio imprescindible para progresar como jugador de baloncesto. Por momentos, Akyol, a sus 27 a?os, parece f¨ªsicamente Iovaisha cuando sal¨ªa a jugar con la selecci¨®n de Lituania en los Juegos de Barcelona 92, con 38 a?os de edad.