Bosh a¨²n tiene el anillo de Riley
La final arranca en San Antonio, ciudad de poco m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, con aire de revancha.
San Antonio, como A Coru?a. La ciudad de San Antonio recibe a la final de la NBA con el tradicional grito de ¡°Go Spurs, Go¡±. La tradici¨®n se remonta ya a diecis¨¦is a?os atr¨¢s, cuando esta urbe de poco m¨¢s de un mill¨®n de habitantes se instal¨® en la elite de la Liga. La comparaci¨®n del caso San Antonio Spurs con el f¨²tbol espa?ol se la podr¨ªa aguantar el Deportivo de La Coru?a, si el Superdepor se hubiera mantenido tres lustros en lo m¨¢s alto.
Otra dinast¨ªa del anillo. Cuatro finales en cuatro a?os desde que LeBron James y Chris Bosh se reunieron con Wade en los Miami Heat. A la altura de Celtics y Lakers de los a?os 80. Pat Riley le envi¨® a Bosh un anillo de campe¨®n del 2006 para convencerle de su fichaje por los Heat en verano del 2010. Le dijo que se lo devolviera cuando ganara uno en Miami. Bosh ya ha ganado dos y a¨²n no ha devuelto aquel anillo, dice que lo har¨¢ si gana el tercero consecutivo.
Los valores de una revancha. Una revancha en una final implica un comportamiento consecuente de los dos protagonistas, el mantenimiento del hambre del campe¨®n y la utilizaci¨®n de la derrota como motivaci¨®n para el subcampe¨®n. Se conocen de sobra, mantienen la base de plantilla, estilos y estructuras. La gesti¨®n de los matices y las emociones decidir¨¢n el t¨ªtulo 2014.
?Factor Lewis?. Una de las principales claves de la final puede estar en la planta de complementos de Miami Heat. El rendimiento de Ray Allen, Battier y Mike Miller result¨® decisivo en el anillo del 2013. Por su producci¨®n en los ¨²ltimos partidos de la final de conferencia contra Indiana Pacers, Rashard Lewis podr¨ªa ser un invitado tan determinante como de ¨²ltima hora.