Las bengalas del rey sin corona
Dicen que el nuevo T¨¹rk Telekom Arena no da tanto miedo como el estadio Ali Sami Yen, peque?o pero explosivo percutor de ese t¨®pico del infierno turco que ha acabado por resultar, como el griego, hasta simp¨¢tico. Las bengalas ya no asustan a nadie, pero recuerdan a un f¨²tbol de otro tiempo que siempre nos gust¨®. El infierno turco ya exist¨ªa en 1965, cuando Metin Oktay, leyenda del Galatasaray (el Real Madrid de Turqu¨ªa) y del f¨²tbol otomano, protagoniz¨® El rey sin corona, una pel¨ªcula entre futbolera y folkl¨®rica al estilo de La Saeta Rubia, el filme que hab¨ªa rodado Di St¨¦fano en Espa?a en los a?os 50. Fallecido en 1991 en un desdichado accidente, la ¨²nica corona de Oktay (ligas aparte) era la de flores que sigue depositando el club en su tumba el 13 de septiembre a?o tras a?o.
Hasta 2000, cuando los de Estambul (camiseta rojigualda, ojo) ganaron la Copa de la UEFA y tumbaron al Madrid de Del Bosque en la Supercopa de Europa (supervivientes de aquel agosto, Iker jug¨® y Karanka fue suplente). Contra pron¨®stico, certificaron la doble corona europea para el rey Oktay. Y lo lograron, curiosamente, en el estadio m¨¢s fr¨ªo del mundo, el Luis II de M¨®naco. Incluso con la venia de Mourinho, que prefiere jugar la vuelta de las eliminatorias fuera de casa, esta vez cuantas m¨¢s bengalas, mejor.