Un continuo goteo de presuntos
Entre nombres de perros, yogures, zumos de naranja, bocadillos, salchichones, chorizos, quesos, mantequillas, langostinos rojos y mariscos en general transcurre la Operaci¨®n Puerto. Todo, por lo visto, para negar la evidencia. De vez en cuando se deja de hablar en clave y sale a la luz alg¨²n nombre. Ayer, el de Jos¨¦. Apunta a Escuredo, un notable corredor de pista. Pues otro m¨¢s a engrosar la lista de presuntos dopados. Puede ser interminable. Se habla mucho de los cincuenta y tantos ciclistas identificados en la Operaci¨®n Puerto por las bolsas incautadas, pero ?y todos aquellos deportistas que no ten¨ªan bolsas? Las transfusiones sangu¨ªneas se practicaron s¨®lo muy al final y como recurso, porque la EPO comenzaba a detectarse. Pero ?y hasta entonces?
Hasta entonces, como no se detectaban, la EPO y otras hormonas circulaban en cantidades ingentes. Lo vimos en el Tour de 1999 cuando se incautaron 400 dosis de EPO. Fuentes ya llevaba m¨¢s de quince a?os ejerciendo sus pr¨¢cticas, y no era el ¨²nico m¨¦dico que las hac¨ªa. Este juicio est¨¢ dejando tantos rastros que cuando acabe no podremos seguir mirando hacia otro lado por mucho que haya pasado el tiempo. Filippo Ricci, de La Gazzetta, recordaba el lunes en el Foro 2014-AS el caso de Cova, y de aquello hace 30 a?os. Para ir con la cabeza alta es necesario reconocer los errores, y tenemos mucho tapado. Fuera, en cambio, los confesos aumentan. Ayer mismo, Boogerd. Aqu¨ª, ni los se?alados con el dedo se inmutan. Pues habr¨¢ que desenmascararlos.