Superpoderes de ida y vuelta
Peque?o gran futbolista, Luka Modric es uno de esos peloteros dotados de una cualidad fronteriza con el universo de los superpoderes. Claro que tambi¨¦n hay superpoderes involuntarios, de ida y vuelta, que pueden acabar siendo tan perniciosos como salvadores cuando el protagonista no puede controlarlos. Seg¨²n c¨®mo se ponga el partido, Modric muta de tama?o a ojos vista. Cuando la jornada se pone de cara, en esos partidos en que el Madrid se acopla al ritmo de su esp¨ªritu y las transiciones se suceden a placer, el diminuto centrocampista, uno de los pocos que puede ser vertiginoso en el pase y pausado en la posesi¨®n, empieza a crecer regate a regate, finta a finta, pared a pared, hasta rellenar con el ¨²ltimo pase esos pantalonazos hasta la rodilla que hoy se estilan.
Por contra, si el equipo blanco no encuentra el tiempo adecuado, el combinativo Modric parece encoger alrededor de los problemas del Madrid para generar f¨²tbol en peque?os espacios. Los destellos del croata, todav¨ªa confundido, navegando entre el compromiso por el despliegue f¨ªsico que le pide Jos¨¦ Mourinho y la capacidad de resolver situaciones que se le supone, se diluyen en medio de las piernas rivales. Sin manta que le arrope, el madridista con la relaci¨®n m¨¢s reposada con el bal¨®n de la ultrapropulsada plantilla madridista, se hace m¨¢s y m¨¢s peque?o mientras sigue intent¨¢ndolo. Modric ha dejado detalles en todos los encuentros en los que ha participado, pero el Madrid no siempre ha encontrado su talla del traje con superpoderes.