Rosa Romero y Nani Roma, un matrimonio que casi ni se ve
?l compite en coches y ella en motos. ¡°Tenemos mucho trabajo y es imposible. Eso s¨ª, nos mandamos mensajes al acabar para saber c¨®mo ha ido¡±, dice Nani.</br><a title="Rally Dakar 2019: espa?oles y pilotos m¨¢s destacados en Per¨²" href="/motor/2019/01/04/mas_motor/1546619368_724782.html">Rally Dakar 2019: espa?oles y pilotos m¨¢s destacados en Per¨²</a>

El matrimonio Roma-Romero acostumbra a separarse dos semanas al a?o. A pesar de que ambos compiten en el Dakar, ni se ven, Nani enfrascado en su lucha por el segundo triunfo en coches y Rosa en su pelea a lomos de una moto. Por ello, verlos cenar juntos es toda una excepci¨®n. ¡°Tan s¨®lo el primer d¨ªa, el m¨¢s corto, y porque nos encontramos en el comedor¡±, explica el doble ganador en moto en 2004 y coche en 2014. Nani explica: ¡°Pr¨¢cticamente no nos vemos en las dos semanas que dura la prueba. Tenemos mucho trabajo y es imposible. Eso s¨ª, nos mandamos mensajes al acabar para saber c¨®mo ha ido. Ahora, con los tel¨¦fonos m¨®viles resulta mucho m¨¢s f¨¢cil estar en contacto. Pero vernos, casi no nos vemos en todo el Dakar¡±.
Roma suele acabar antes que Rosa cada jornada, pero est¨¢ bajo la disciplina de un equipo oficial, Toyota, por lo que debe seguir sus pautas, atender a los medios, hablar con sus ingenieros y preparar la siguiente etapa junto a su copiloto, Alex Haro. Rosa, como el resto de pilotos de motos, debe repasar el road book y marcar las dificultades, adem¨¢s de recuperarse del esfuerzo que exige la moto.
Nani y Rosa tienen tres hijos, y dos de ellos a¨²n viven con ellos porque son peque?os. ¡°Durante el Dakar se vienen mis padres a vivir a casa, y se encargan de ellos. Ya est¨¢n acostumbrados. Lo m¨¢s duro es que casi ni podemos celebrar la Navidad juntos, pero al acabar cada etapa hablamos con ellos e incluso por v¨ªdeo conferencia¡±, explica Rosa.
Hay muchas veces que Nani se cruza en la especial con su esposa, pero evidentemente sin opci¨®n de saludarse. ¡°La veo en algunas ocasiones y pienso ¡®?qu¨¦ bien va!¡¯, pero s¨®lo un momento, porque no puedes perder ni un segundo la concentraci¨®n¡±.