Stereden: Binary Stars. An¨¢lisis
Steredenn se aventur¨® hace ya un tiempo con una propuesta algo diferente a la de los cl¨¢sicos shoot em up horizontales. Tres a?os despu¨¦s, Switch recibe su versi¨®n definitiva.
?Y si esta vezfuese aleatorio?Si hay una verdadinseparable del concepto mismo con el que se dise?aban los shoot em upcl¨¢sicos, es esta: la memoria es la clave. La memorizaci¨®n de niveles ypatrones resultaba esencial para superar las fases m¨¢s extremas; era crucialpara sobrevivir a las oleadas m¨¢s enrevesadas e imprescindible, por ¨²ltimo,para obtener las puntuaciones m¨¢s altas (que en este g¨¦nero suelen llevaraparejadas la mayor diversi¨®n). De repente, Steredenn, un peque?o shoot em upsurgido de la siempre pujante escena independiente francesa, se plantea estapregunta que nada poco menos que a contracorriente si recordamos la historiadel g¨¦nero, que siempre se sustent¨® en un dise?o de niveles muy estudiado deantemano que la buena memoria nos ayudaba a superar. Al mismo tiempo, contieneuna respuesta a las plegarias de muchos de quienes llevan d¨¦cadas siguiendo lasevoluciones de las navecitas dispar¨¢ndose por el espacio.Tengamos claro unhecho de antemano: no es Steredenn el ¨²nico shoot em up que abraza la filosof¨ªaroguelike. Tampoco es desde luego el m¨¢s conocido, ya que esos laureles losconquist¨® hace tiempo Enter the Gungeon con su mezcla de mazmorras y disparos.S¨ª que es, con permiso de otro gran indie desconocido como es Monolith, el quem¨¢s se ha preocupado de fusionar la filosof¨ªa de dise?o roguelike con todo loque supon¨ªa un shoot em up de la era dorada del g¨¦nero. Esto es: sin usar dossticks ni nada que pueda modernizar lo m¨¢s m¨ªnimo su control y con unosgr¨¢ficos deliciosos, pero claramente orientados hacia lo que ahora llamamospixel art. Steredenn se descubre as¨ª ante nosotros como un juego extremadamente cl¨¢sico en su envoltorio, pero resultaejemplar en cuanto a lo bien que lleva a cabo un viejo sue?o de muchos de los quedisfrutaron de sus viejos modelos: el de un shoot em up que se sintiese almismo tiempo igual y diferente en cada partida. Steredenn triunfaen su idea de fusionar la filosof¨ªa roguelike con una recreativa de losprimeros noventa. El juego respira al ritmo de los elementos que ya todosidentificamos con esta tendencia actual, con sus muertes permanentes y unos power upsextremadamente impredecibles que se nos ofrecen de manera aleatoria, esta vez aldar buena cuenta de alguno de los siete jefes finales que marcan los hitos dela campa?a. Con ellos nos situamos claramente ante un juego roguelike que seadapta a un g¨¦nero a?ejo, pero sus dise?adores tienen la precauci¨®n dedejar claro un detalle muy importante. En Steredenn, seg¨²n las mismaspersonas que lo han ideado, los niveles est¨¢n dise?ados de forma pr¨¢cticamentealeatoria, lo que implica que no todo lo que nos hostiga en la pantalla lo hadecidido alguna fr¨ªa funci¨®n matem¨¢tica. Bien hecho: en esta renuncia resideuno de sus mayores aciertos. Pensemos en un shootem up horizontal que se entregase alBullet Hell para, al mismo tiempo, disparar cada bala enemiga de maneratotalmente aleatoria. Posiblemente, un videojuego as¨ª lo tendr¨ªa complicado paradivertirnos de una manera consistente. Steredenn, por el contrario, lo clava ala hora de controlar a la perfecci¨®n el azar, y en ¨¦l nos enfrentaremos a unosniveles que, siendo claramente diferentes en cada partida, nos permiten iraprendiendo de los muchos patrones que van surgiendo sin previo aviso encualquier momento en cada uno de los intentos. Unos intentos que, teng¨¢moslo claro, lograndiferenciarse lo suficiente entre ellos, como est¨¢ mandado en los c¨¢nones de loprocedural, sobre todo gracias a la enorme diversidad de configuraciones que se pueden caer en cada partida. Es esa combinaci¨®n de azar y patrones enemigos mil veces vistos la que que termina por convertir a Steredenn en lo que pretende, que no es otra cosa que un juegocasi infinito. Un shoot em up inabarcable, es cierto, pero tambi¨¦n unapropuesta s¨®lidamente cimentada en un aspecto cuidado hasta el delirio: lasarmas. Una combinaci¨®nde armas para cada intentoHay pocos tiposb¨¢sicos de armas en Steredenn, y nuestras naves pueden acumular dos en suarsenal. Lo prodigioso es comprobar c¨®mo estas variedades principales enmascaranuna multitud de posibilidades asombrosa, con m¨¢s de cuarenta equipamientosdiferentes que pueden aparecer en cualquier momento, obligando s¨ª o s¨ª aljugador a las aproximaciones m¨¢s impensables para combinarlas con acierto. Las cosas terminande adquirir profundidad con el efecto que estos diferentes tipos de proyectileso armas de contacto pueden tener sobre los enemigos, ya que ¨¦stos puedendesarrollar resistencias o tener debilidades que complican las cosas un poquitom¨¢s si cabe. Por ¨²ltimo, cada nueva partida a Steredenn termina por convertirseen todo un universo paralelo gracias a las mejoras aleatorias, las cuales puedendar origen a combinaciones casi demenciales que, sin embargo, resultan operativas ydivertidas, permiti¨¦ndonos hacer un gran intento que nos tendr¨¢ muy orgullosos¡paradespu¨¦s no volver a aparecer de nuevo en muchas horas.Steredenn es unshoot em up pensado para dedicarle mucho tiempo. La cantidad de builds bizarrasque pueden aparecer o las diferentes caracter¨ªsticas de las naves a desbloqueara medida que vamos siendo mejores (de manera permanente, esto s¨ª) son unaverdadera sorpresa para cualquiera que goce simplemente disparando y esquivandoenemigos. Es precisamente eso y no otra cosa lo que se ofrece de formailimitada, llegando por supuesto a los extremos de dificultad de todo bullethell. Steredenn ha recorrido un largo camino desde 2015 hasta su estado actual,pero el resultado final es merecedor de la admiraci¨®n de todos los que a¨²n seentusiasman con el g¨¦nero. Esta ampliaci¨®n, subtitulada Binary Stars, que ahorarecibimos en Nintendo Switch, ha terminado por rematar una propuesta que ya eras¨®lida a la salida del juego hace casi tres a?os en Steam. Es cierto que pas¨® absolutamentedesapercibido en sus comienzos, pero tambi¨¦n es justo recordar que Steredennten¨ªa entonces much¨ªsimo menos contenido que este torrente que ahora exhibe conorgullo. Tambi¨¦n se percibe el trabajo realizado en cuanto a sus jefes finales,con patrones que pr¨¢cticamente tocan todos los palos que hemos contempladoalguna vez en tantos grandes de siempre. Hasta tal punto es as¨ª que, porsuerte, podremos entrenar los enfrentamientos con todos ellos en un modo arena queresulta imprescindible para los que pretendan tomarse en serio el reto de pasardel primer loop.Otra vez Neo-RetroLa est¨¦tica pixelart, consolidada ya como una elecci¨®n est¨¦tica m¨¢s que una manera de esconderla falta de recursos, vuelve a brillar a gran nivel en esta ocasi¨®n. Destacasobre todo el detalle y la variedad de sus fondos, naves protagonistas yexplosiones, un aut¨¦ntico despliegue de esas peque?eces que engrandecen un conjunto.Navecitas que cambian ligeramente de apariencia al equipar tal o cual arma,casquillos que se desprenden de las balas, los efectos realmentellamativos que se aprecian en algunos rayos y qui¨¦n sabe cu¨¢ntos detalles m¨¢s secomplementan con una aut¨¦ntica galaxia pixelada en los fondos, que rayan a unnivel francamente sorprendente. Se agradece todo este despliegue si pensamos lo que fueron los inicios del juego, quesin duda ha recorrido un enorme camino a nivel visual al que solo cabr¨ªa pedirahora mayor variedad de dise?os (porque de patrones es complicado) en enemigos y jefes finales. Aun as¨ª, la cantidad deestos fondos tan ricos, que tanto tardan en repetirse, logran que nos olvidemosde lo mejorable para recrearnos con la sensaci¨®n de conjunto extremadamente pulido queda todo el juego, tan pronto vamos conociendo todo lo que nos ofrece. En estostiempos de shoot em ups fant¨¢sticos, Steredenn se distingue con su azarcontrolado en un bello entorno bidimensional. Un juego muy bien llevado a cabo en todas sus facetas, ideal para Nintendo Switch ya que resultaperfecto para una partida de cinco minutos en modo port¨¢til, peroal mismo tiempo est¨¢ bien provisto de motivos para que los m¨¢s asiduos seentreguen a ¨¦l durante horas, intento tras intento hasta que todos los factoresnos permitan el asalto definitivo.