Shadow of the Colossus, Avance PS4

Uno de los títulos que más ha marcado la historia de los videojuegos es Shadow of The Colossus, desarrollado por Team ICO y que llegó a Europa en PlayStation 2 en 2006. Su sola mención arranca una tierna sonrisa en muchos jugadores y no es para menos. Una epopeya de delicada y poderosa belleza audiovisual (que exprimía al máximo la potencia de la consola) y que ofrecía en su momento una experiencia totalmente diferente a lo existía en el mercado: el misterioso guerrero Wander suplica al dios Dormin que resucite a su amada Mono. Dormin le promete que concederá su deseo si logra derrotar a dieciséis colosos que se?orean el territorio. Y la misión del jugador sólo consiste en eso: encontrar a dichos colosos, ayudado por su espada mágica (que, con el reflejo de la luz del sol, hace las veces de brújula y se?ala los puntos débiles de las criaturas) y su inseparable yegua Agro, cuyo manejo era algo totalmente distinto a lo habitual en videojuegos, puesto que ella se comportaba como un animal vivo, en vez de asemejarse a una moto que responde, obediente y con una precisión exacta, a nuestros controles.
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A lo largo del juego no había más enemigos que los propios colosos (salvo las lagartijas que podíamos matar para recuperar salud), ni subidas de nivel, ni mejoras de equipo. Y no por ello resultaba un título corto o sencillo. Cada coloso era único, con su propio patrón de comportamiento, el cual debíamos estudiar para planear una estrategia que requería de habilidad. Cada uno de los combates era costoso, con lo cual apreciábamos cada victoria. Y a nivel emocional, tampoco era fácil derrotar a aquellos colosos de ojos inocentes y pétrea expresión (tan alejada de la típica mirada sádica de otros enemigos en otros juegos) y contra los cuales no teníamos más motivos que cumplir la misión encomendada por un dios. Los colosos no eran villanos. No eran monstruos que se dedicaran a masacrar aldeas. Ni siquiera eran responsables de la muerte de la amada de Wander, con lo que la venganza hubiera justificado el lado violento de nuestra gesta. Sencillamente, estaban allí y sólo nos atacaban cuando percibían que éramos una amenaza. Cada combate dolía porque, mientras escalábamos por su estructura hasta su punto débil, nos dábamos cuenta de que no teníamos nada en contra de ellos. Y cada muerte de cada coloso nos acercaba a un final trágico en el que, además seguíamos participando como jugadores durante uno de sus momentos más fatídicos.
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?Cómo no amar un juego así? ?Cómo un título como éste no iba a convertirse en una de las obras de culto más memorables?

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No es de extra?ar que fuera remasterizado para PlayStation 3. Y tampoco es de extra?ar que se rescate de nuevo para PlayStation 4. Sin embargo, y tal y como hemos visto en el reciente E3, no se tratará de una remasterización, sino de un remake que llegará a nuestras consolas a lo largo de 2018. Tal y como ha confirmado Sony, no se van a limitar a pulir los gráficos, sino a redise?ar los elementos del juego y adaptar su jugabilidad a la última generación.
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El estudio Bluepoint, que ya había hecho la remasterización de Shadow of the Colossus para PlayStation 3, será el encargado de dicho remake, para el cual quieren mantener la esencia del original. Fumito Ueda no constará como creador del proyecto, aunque no se descarta que el estudio cuente con su asesoramiento.

Además de la evidente mejora de los gráficos y redefinición de estos que se apreció en su tráiler de presentación del E3, en Bluepoint aspiran a dotarles de un mayor preciosismo en los detalles de los escenarios, el dise?o de Wander y los mismos colosos, respetando la austeridad del original que lograba una atmósfera de soledad y paz extra?a.
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Contrariamente a los deseos de muchos fans de la saga, este remake no incluirá los colosos descartados durante el desarrollo original (como el grotesco arácnido Aberth o el grifo Kyos) como ha confirmado Shuhei Yoshida.

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Por otro lado, Bluepoint está trabajando en adaptar la jugabilidad a las consolas de última generación y a las preferencias actuales. Con esto, buscan mejorar la precisión y suavizar los controles, lo cual ha generado opiniones encontradas, y es que parte de la experiencia del juego original era, justamente, dicha falta de precisión a la hora de controlar a Agro, puesto que la llenaba de realismo. Agro es una yegua y, aunque en la mayoría de videojuegos los caballos se muevan en línea recta y se conduzcan, más que montarlos (lo cual es comprensible desde el punto de vista de dise?o, si se piensa en la comodidad del jugador), Agro se comportaba como una yegua auténtica, cuya vida se palpaba en el mismo mando al notar cómo se iba a los lados, cómo suponía un esfuerzo al dirigirla al destino deseado. No obstante, en Bluepoint han pensado en los jugadores partidarios de mantener dicha experiencia de juego, con lo cual mantendrán la posibilidad de implementar los controles originales de PlayStation 2.