Graceful Explosion Machine: An¨¢lisis
Los Shoot em Up, propuestas de g¨¦nero con un sabor a?ejo sin igual, se estrenan en Nintendo Switch con un colorista juego independiente que se adapta como un guante a las caracter¨ªsticas h¨ªbridas del sistema.
Con los shoot em up sucede ¨²ltimamente lo contrario que hace d¨¦cadas. Como g¨¦nero casi pionero del mundo de los videojuegos, durante a?os la salida al mercado de propuestas que nos presentaban miles de navecitas dispar¨¢ndose por el espacio fue continua y casi desmedida, y ah¨ª siguen los centenares de t¨ªtulos que nos lo recuerdan. En cambio, durante los ¨²ltimos tiempos y ya como g¨¦nero minoritario, asistimos a un flujo bastante m¨¢s reducido de propuestas, que exhiben en cambio una personalidad muy definida en muchos casos. Lo nuevo de Vertex Pop, desarrolladora que ya demostr¨® su gusto por los gr¨¢ficos coloristas y la acci¨®n a raudales con We?re Doomed para Playstation Vita, goza tambi¨¦n de caracter¨ªsticas propias muy de agradecer y consiguen diferenciarlo, con algunas vueltas de tuerca, de casi todas las propuestas actuales del g¨¦nero. Al mismo tiempo, el estudio vuelve la mirada sin disimulo a varios grandes del pasado que sustentan la propuesta.



Graceful Explosion Machine acierta de pleno en una decisi¨®n de peso con respecto a su sistema de control. Aunque lo normal (hoy d¨ªa) habr¨ªa sido optar por un esquema de control del tipo Twin Stick Shooter, muy extendido ¨²ltimamente, sus desarrolladores han optado por un esquema de disparo m¨¢s cl¨¢sico: nuestra nave se orienta a voluntad a un lado o a otro en horizontal, y dispara hacia donde est¨¢ mirando. Por lo que respecta al armamento, contamos con el cl¨¢sico disparo horizontal, que se sobrecalienta al poco de utilizarlo, y por otro lado el tutorial nos ense?a a manejar otras tres armas con la idea de fondo de proporcionarnos todo el arsenal desde el comienzo. Lamentablemente no se trata de algo novedoso, y ya un mito como Radiant Silvergun basaba casi toda su propuesta en esta premisa, pero Graceful Explosion Machine la ha conseguido adaptar con solvencia a una propuesta, teng¨¢moslo claro, a menor escala que la del t¨ªtulo de Treasure.
Disparando con todo desde el inicio
Malas noticias para los que necesitan de mucha variedad para mantener el inter¨¦s. Una vez superado el tutorial, Graceful Explosion Machine ya no cambia demasiado a lo largo de una campa?a que consta de 4 mundos que por desgracia se parecen demasiado entre s¨ª, m¨¢s all¨¢ de los enemigos nuevos que van incorpor¨¢ndose a la fiesta a medida que avanzamos o el colorido de los distintos planetas. Cada nivel cuenta con varias oleadas, fases en s¨ª mismas, y debe ser superado con tres vidas en otro gui?o a los tiempos m¨¢s cl¨¢sicos del matamarcianos. A medida que superamos niveles iremos abriendo otros, lo que posibilita el avance si nos atascamos con alguno en concreto. Superar la campa?a no es por tanto algo imposible, por m¨¢s que las cosas se vayan complicando a medida que avanzamos. Los menos curtidos en el pilotaje de navecitas bidimensionales, eso s¨ª, tienen ante s¨ª un desaf¨ªo importante, ya que la curva de dificultad es accesible¡ dentro de lo que suele suceder en estos juegos. Nadie se espere un paseo, pero no es el primer Gradius, y a partir del tercer planeta las cosas se ponen complicadas.
Hasta aqu¨ª,todo parece extremadamente gen¨¦rico y lo es, ya que Graceful Explosion Machine no pretende en modo alguno provocar una revoluci¨®n en el g¨¦nero. Es, y esta es una gran baza, un juego coherente y honesto que sabe de sus limitaciones. Desde los primeros minutos nos queda claro que pone el ¨¦nfasis en la mejora de puntuaciones a base de combos, por lo que obliga a disparar a los enemigos sucesivamente con un timing preciso para incrementar la puntuaci¨®n, como en una partida al gran Ikaruga. Es la b¨²squeda del rango m¨¢ximo en cada nivel la que dota de sentido, y a la vez de contenido, al juego.
Tampoco es algo nuevo, ya que Geometry Wars Dimensions hizo de este tipo de din¨¢mica un arte, pero aqu¨ª encontramos la parte m¨¢s discutible de la nueva propuesta. Mientras en el juego de Lucid Games la obtenci¨®n de rangos y puntuaciones superiores implicaba necesariamente profundas diferencias de enfoque y armamento, de esas que cambian la jugabilidad a unos niveles que ya eran muy distintos entre s¨ª, en Graceful Explosion Machine no encontramos nada de todo esto, lo que llevar¨¢ a muchos a acusar de repetitivo al juego. Es una lucha contra cientos de enemigos en pos de la puntuaci¨®n m¨¢s alta, s¨ª, pero todos los niveles se juegan pr¨¢cticamente con el mismo enfoque. Carecemos esta vez de personalizaci¨®n en el armamento o posibilidades de progreso para el mismo, y posiblemente esto impide a un juego realizado con evidente talento en todas sus facetas encaramarse a los primeros puestos del escalaf¨®n entre los shoot em up actuales.

Inmediato, r¨¢pido¡ e ideal para partidas cortas.
Dicho esto, y por muy semejantes que se nos puedan antojar los niveles, lo cierto es que Graceful Explosion Machine divierte y lo hace de manera instant¨¢nea. Cada bot¨®n acciona una de las cuatro armas, que cumplen objetivos muy distintos: el rayo francotirador acierta a enemigos a larga distancia y hace mucho da?o a los m¨¢s grandes, mientras que los misiles que podemos dirigir a voluntad son capaces de acabar de un plumazo con un enjambre de los m¨¢s peque?os y r¨¢pidos. Para completar el arsenal, una especie de espada (que tambi¨¦n parece venir de Radiant Silvergun) es capaz de eliminar disparos y enemigos cercanos a nuestra nave. Rodeados casi siempre por el enemigo como estamos, alternar con acierto el uso de todos los tipos de disparo se torna crucial, y quien espere especializarse en usar s¨®lo uno fracasar¨¢ con estr¨¦pito en su empe?o.



Sin duda, este equilibrio armament¨ªstico es lo mejor que Vertexpop ha conseguido con su propuesta, que exhibe una perfecta integraci¨®n de las cuatro posibilidades de ataque con la movilidad de nuestra nave, para dotar al juego de una acci¨®n trepidante en todo momento. Para poner las cosas m¨¢s interesantes, no estaremos preocupados en exclusiva por los enemigos, y mientras sobrevivimos ser¨¢ necesario apa?¨¢rselas para recargar el armamento, recogiendo energ¨ªa de los hostiles ca¨ªdos o esperando a que el blaster se enfr¨ªe y vuelva a ser efectivo. Para ayudar a ambas cosas, contamos tambi¨¦n desde el principio con el t¨ªpico aceler¨®n (al estilo de un Super Stardust, por ejemplo) que proporciona algo de inmunidad, permiti¨¦ndonos salir airosos de muchos apuros mientras nos desplazamos por los niveles. Los escenarios, por cierto, nos traen a la memoria lo que suced¨ªa en el m¨ªtico Defender de principios de los ochenta, as¨ª como los logros de su descendiente directo m¨¢s reciente, el brutal Resogun, y muchos se van reconfigurando para no dar tregua. Esto es un arcade, y se toma muy en serio su misi¨®n de divertir de manera inmediata por m¨¢s que su dificultad nunca llegue a saltar del todo a la yugular de quien empu?a el Pro Controller o los Joy-con del nuevo sistema h¨ªbrido de Nintendo. Su adaptaci¨®n al sistema, justo es decirlo, es fant¨¢stica, y funciona con solvencia en todas las posibilidades Switch, por m¨¢s que su uso del HD-Rumble termine por hacerse algo irrelevante.
Graceful Explosion Machine es una buena propuesta que aumenta el fondo de armario de Nintendo Switch en sus comienzos. Sus desenfadados gr¨¢ficos al estilo de PixelJunk Shooter as¨ª como sus formas geom¨¦tricas a lo Geometry Wars cumplen su cometido, resultando llamativos tanto en modo port¨¢til como en el dock. Por lo dem¨¢s, su apuesta por desbloquear desaf¨ªos e intentar conseguir los m¨¢ximos rangos mediante combos interminables atrapar¨¢ a buen seguro a los seguidores m¨¢s furiosos del g¨¦nero, que tienen por aqu¨ª rejugabilidad para rato. No pasar¨¢ a la historia por nada en especial, pero quienes caigan bajo su embrujo gozar¨¢n de peque?os ratos de acci¨®n muy bien planteada... aunque se quedar¨¢n con ganas de m¨¢s. Por si esto fuera poco, los m¨¢s veteranos ver¨¢n en ¨¦l, y esto no siempre es f¨¢cil, una amalgama de gratos recuerdos de los grandes cl¨¢sicos: venerables recuerdos pasados por el filtro moderno de un estudio que da la impresi¨®n de conocerse al dedillo la historia de los shoot em up.