
Touch My Katamari
- PlataformaPSV7
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorBandai Namco Entertainment
- Lanzamiento22/02/2012
- EditorBandai Namco Entertainment
Rueda, Katamari!
Tras sus sucesivas apariciones en PlayStation 2, una de las franquicias m¨¢s simp¨¢ticas de la pasada generaci¨®n vuelve a una consola. Perfectamente adaptado a los controles de la PS Vita, Touch my Katamari viene a ofrecer otro t¨ªtulo de fondo de armario para la port¨¢til de Sony.
Katamari Damacy fue probablemente una de las apuestas m¨¢s frescas que pudimos disfrutar durante la pasada generaci¨®n en nuestra PlayStation 2. Concebido como tienen que serlo los mejores juegos, es decir, desde la jugabilidad pura y dura, nunca antes se nos hab¨ªa ofrecido la posibilidad de gozar tanto manejando lo que vendr¨ªa siendo en esencia un escarabajo pelotero y cumpliendo su objetivo principal: hacer pelotas lo m¨¢s grandes posibles. Como ocurre con todo lo que es original y acaba triunfando, sucesivas entregas fueron a?adiendo contenido a la nueva franquicia mientras que por otro lado se iba perdiendo gradualmente su chispa inicial. De este modo, si se quer¨ªa revitalizar la saga era necesario un reencuentro con sus or¨ªgenes, un borr¨®n y cuenta nueva para captar tambi¨¦n a los usuarios que nunca hab¨ªan jugado a un t¨ªtulo de esta clase. Y con Touch my Katamari, eso se consigue¡ a medias.

Casi a modo autocr¨ªtico, la historia principal nos cuenta en clave de humor como la popularidad del Rey del Cosmos, anta?o adorado por doquier, ha ca¨ªdo muchos enteros. Espiando una conversaci¨®n de la calle, descubre que la gente de a pie lo sit¨²a al mismo nivel que el director de la escuela; incapaz de soportar este baj¨®n de fama cual exconcursante de Gran Hermano, acude a su pr¨ªncipe para que le ayude a recuperar el ¨¦xito de anta?o, cuando no hab¨ªa estrellas en el cielo y se dedic¨® a devolverlas una por una a su antiguo esplendor. Y as¨ª empieza nuestra aventura; la forma de conseguir nuestro objetivo sigue intacto, pues bastar¨¢ ir rondando nuestro katamari pegajoso sobre objetos cada vez mayores en tama?o en l¨ªmite de tiempo determinado y, llegados al final, sabremos si es de la total satisfacci¨®n de nuestro monarca. Ciertamente se dice m¨¢s f¨¢cil que se hace, porque Touch My katamari es un t¨ªtulo de habilidad en el que conseguirlo todo al m¨¢ximo nos va a exigir bastante.
Para hacer el viaje m¨¢s accesible a aquellos que lleguen ahora a la franquicia, el control admite ahora dos posibilidades; por un lado la cl¨¢sica, donde pulsando los dos sticks en la misma direcci¨®n conseguiremos mover nuestra bola. La opci¨®n est¨¢ndar, sin duda la m¨¢s adecuada para aquellos que vean el juego por primera vez, consiste en un manejo mucho m¨¢s cl¨¢sico donde el stick derecho gira la c¨¢mara y el izquierdo controla el movimiento, al estilo juego de acci¨®n en tercera persona convencional. Evidentemente se han a?adido nuevos controls ¡°touch¡± en cualquiera de las dos versiones y que vale la pena que aprovechemos: deslizando los dedos por el panel trasero alargaremos o contraeremos el katamari (para pasar por zonas estrechas o bajas, por ejemplo), doble tap para saltar e incluso en la pantalla t¨¢ctil nos permitir¨¢ hacer dash moment¨¢neo entre otras cosas.

Lo cierto es que los controles se han adaptado casi a la perfecci¨®n para nuestra mano, tanto los de siempre como los nuevos, y es relativamente sencillo sacar un buen rendimiento incluso a las primeras partidas, gracias en parte a que la curva de aprendizaje est¨¢ bastante bien estudiada. Sin embargo, hay ¨²nicamente doce niveles distintos en los que hacer nuestras diabluras, en lo que se nos antoja una cantidad bastante corta, de modo que un jugador avezado puede terminar tranquilamente el t¨ªtulo de una ¨²nica sentada. Despu¨¦s se pueden repetir, mejorar nuestras puntuaciones, hacerlo con tiempo reducido pero al doble de velocidad, etc¡ pero lo que viene siendo el n¨²mero de escenarios que vamos a recorrer no supera la docena.
Sin embargo est¨¢n perfectamente dise?ados, en la l¨ªnea que nos ha acostumbrado la saga solamente que ahora con mucha m¨¢s cantidad de detalle y definici¨®n. De hecho al principio uno tiene tendencia a pensar que los niveles son m¨¢s peque?os de lo que realmente son, pues al ir ganando volumen y vayamos adjuntando m¨¢s objetos a nuestro katamari veremos como nuestra perspectiva cambia y aquella mesa que antes nos parec¨ªa inabarcable ahora nos la tragamos sin problema e incluso podemos llegar a asumir animales de todo tipo, edificios¡ si est¨¢ puesto ah¨ª puede rodar con nosotros. Todo ello sin apenas ning¨²n problema de framerate, ni de motor de colisiones (algo que ser¨ªa de esperar en un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas) ni de nada. Entre fases, adem¨¢s, podremos disfrutar del sentido del humor tan peculiar de la saga, en forma de conversaciones con nuestro Rey del Cosmos y la aparici¨®n de un personaje secundario demasiado apegado a los videojuegos.

La rejugabilidad del t¨ªtulo, como avanz¨¢bamos antes, se centra en la repetici¨®n de las fases bajo nuevas condiciones o simplemente para mejorar nuestra puntuaci¨®n, que va del 1 al 100. Las misiones nos la otorgan unos personajes que aparecen en el hombro del Rey y tras completarlas con ¨¦xito nos dar¨¢n una recompensa en forma de chucher¨ªas. Estos caramelos se utilizan para comprar todos los objetos que venden otros personajes situados en el hombro opuesto del monarca: trajes, pistas de audio, atrezzo de distinto tipo¡ es imposible conseguirlo todo con una sola ¡®playthrough¡¯, con lo que estaremos atados a reintentar las fases en b¨²squeda de bolas mayores, personajes ocultos o cualquier otra cosa que sirva para mejorar nuestra puntuaci¨®n y nuestro premio de caramelos. Eventualmente el Rey nos otorgar¨¢ con algunos de los suyos, que duplican la cantidad que recibamos de la gente de a pie.
?
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.