Katamari Forever

"Una frikada", pensaron las distribuidoras cuando el primer Katamari Damacy salió en Japón. EA movió ficha para traernos la segunda parte del brillante puzzle-arcade-simulador de Namco y ahora, por fin, la saga cuenta con distribución oficial en Espa?a. Este a?o volveremos a ver a Prince y compa?ía en PlayStation 3 con Katamari Forever, la nueva entrega de este simulador de escarabajo pelotero. Te descubrimos cómo será.

Llegó por casualidad, sin que nadie lo esperase. Como una avalancha en la nieve, Katamari Damacy se presentó en sociedad en 2003 y pocos a?os más tarde se convirtió en un juego de culto. Lanzado en PlayStation 2, esta propiedad intelectual de Namco, asentada sobre puntos clave tan válidos y sólidos como un 'fácil manejo' o 'diversión' no es la franquicia más conocida de los padres de Tekken o Ridge Racer, pero qué duda cabe de que su calidad es equiparable a la de estos gigantes.

Ampliar

Desarrollado por Keita Takahashi, un estudiante que lo ideó como proyecto de fin de carrera en el Namco Digital Hollywood Game Laboratory (un instituto de desarrolladores patrocinado por Namco), la idea era muy sencilla: controlar a un monigote que debe hacer girar una bola, el Katamari, para adherir cosas a ella y hacerla crecer. Katamari Damacy recibió unas críticas excepcionales en Japón y posteriormente en Estados Unidos, siendo las únicas pegas su escasa duración y, quizá, el que se hiciese ligeramente repetitivo al repetir el mismo esquema una y otra vez.

Ampliar

Con este éxito, la compa?ía decidió no acabar ahí y Katamari Damacy se convirtió en saga: We Love Katamari para PS2, Me and My Katamari para PSP, Beautiful Katamari para Xbox 360 e incluso varias encarnaciones en teléfonos móviles son el legado de una serie que promete seguir dando guerra en el mundillo, ahora en PlayStation 3 bajo el nombre de Katamari Forever (o Katamari Damacy Tribute en Japón), el que está llamado a ser 'la experiencia Katamari definitiva'. Anunciado hace apenas unas semanas, la información disponible del título es bastante escasa, para suficiente para hacernos una idea de lo que va a potenciar con respecto a sus predecesores.

Ampliar

Para empezar, la historia. La saga Katamari Damacy siempre se ha caracterizado por su sentido del humor rarito, muy en la línea de lo que puede esperarse del país del que proceden 'frikadas' como Bobobo. Nosotros asumiremos el rol de Prince, el hijo del Rey del Cosmos, que en esta ocasión ha caído en coma tras un extra?o suceso en el que las estrellas han desaparecido del cielo. El objetivo será recuperar la normalidad, volviendo a crear los cuerpos celestiales, salvando a nuestro progenitor y restaurando el orden en el cosmos.

Ampliar

?Cómo? Pues con el Katamari, una suerte de pelota pegajosa que debemos mover por el escenario, empujándola como si fuésemos un escarabajo pelotero con el objetivo de hacerla crecer. Para ello debemos adherirle cosas siempre siguiendo un orden lógico: no podemos pegar una casa al Katamari si su tama?o es minúsculo. Para ir aumentándolo tocará recoger cosas como chinchetas, clips, comida o pajarillos, para posteriormente llegar a recoger casas, personas, vacas, gatos y mil cosas más. La variedad de objetos es altísima y cada uno reacciona de forma diferente al ser recogido.

Ampliar

La capacidad de enganche de Katamari Damacy quedaba fuera de toda duda, pero fue potenciado al máximo con un elemento en la segunda entrega de la saga: el multijugador. Por supuesto, es algo que Katamari Forever recuperará, tanto en modos cooperativos como competitivos. Mediante pantalla partida, el objetivo será sumar el máximo de puntos entre los dos jugadores, o en el segundo caso obtener más que el rival para ser el vencedor de la partida. Nada nuevo bajo el sol en este aspecto, aunque eso sí, se han confirmado hasta cien personajes controlables en esta modalidad.

Donde más se notará la mejora será en lo que respecta a los aspectos técnicos, algo en lo que Katamari Damacy nunca ha despuntado -salvo por su excepcional física- y que ahora parece que por fin se situará a un buen nivel. Katamari Forever no prescindirá de su simplicidad, sino que la camuflará bajo varias estéticas y aspectos gráficos, convirtiendo cada partida en algo totalmente nuevo. El modo clásico es el habitual, de figuras poligonales y toscas, al que se le unen un modo 'lápiz de color', con tonalidades más brillantes y simulando el aspecto de un dibujo sobre papel.

Ampliar

'Wood Grain', el tercer tipo de aspecto, simula las texturas de la madera en diferentes intensidades, mostrando objetos en pantalla donde el color mayoritario es el marrón, con varios elementos verdes. El último -por ahora- es quizá el más atractivo de todos, que hará uso de la técnica Cel Shading que tan buenos resultados ha dado en juegos como Zelda Wind Waker o la saga Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi de Dimps, simulando un dibujo animado mediante el trazo grueso de los bordes de las figuras y personajes. Todo esto estará adaptado a resolución 1080p, por supuesto.

Ampliar

Recientemente se confirmó además que habrá nuevos modos de juego: New Katamari Damacy ofrecerá control con Sixaxis para realizar los saltos, Katamari Drive será para partidas cortas, el skirmish de toda la vida, no faltará el modo Katamari Damacy, es decir, el clásico y finalmente un "modo infinito": recoge objetos hasta quue te canses. Como ocurría en otros títulos de la saga, si fallas una misión (habrá nuas 30) serás transportado directamente a un minijuego.

Ampliar

?Más novedades? Pocas. La promesa de más niveles, más personajes y más desafíos, principalmente. Katamari Forever recoge la experiencia de las entregas previas con la intención de potenciarlas al máximo, por lo que ya como base contamos con un sistema de juego que funciona y engancha, moldeado con varios aspectos gráficos y un modo multijugador que promete expandir sustancialmente la experiencia de juego. Este verano llegará a Japón y oto?o es la fecha para la que se prevé su lanzamiento en territorio europeo. Por ahora, y a falta de tener más detalles, las vibraciones son realmente buenas.

Ampliar

Ampliar