El nuevo b¨®lido de EA para GC...

Por fortuna para nosotros, pobres mortales, que alucinamos cada semana con un tal Alonso que le pone las cosas muy dif¨ªciles al todopoderoso Schumi, Electronic Arts sigue apostando , una vez m¨¢s, en el circo de la F¨®rmula Uno para inspirar uno de sus videojuegos.

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Con media Espa?a disfrutando del 'boom Alonso', llega ahora a las tiendas este F1 Career Challenge, una de las pocas opciones que los amantes de la F¨®rmula 1 poseedores de GameCube tienen de adoptar el papel de sus ¨ªdolos. Este t¨ªtulo est¨¢ apadrinado por Electronic Arts, una compa?¨ªa con mucha experiencia en lanzar juegos inspirados en esta vertiente del mundo del motor, aunque lo cierto es que se aparta un poco de los ¨²ltimos juegos de F1 desarrollados por el gigante canadiense.

Para empezar, no se incluye la temporada actual, sino las 4 anteriores. Todos los pilotos, modelos de coche y equipos que han participado en los ¨²ltimos cuatro a?os en el campeonato de F¨®rmula 1 est¨¢n incluidos en la completa base de datos de este juego. Entre ellos un jovenc¨ªsimo Fernando, pues resulta que nuestro querido Alonso aparece en el equipo de Minardi del a?o 2001.

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Primero, los coches. A pesar de que los monoplazas respetan el dise?o original y a primera vista son r¨¦plicas exactas, sus pol¨ªgonos bailan y el control de colisiones aplicado a la carrocer¨ªa no convence. Siguiendo con esa t¨®nica, los modelos de los personajes de los boxes y el staff t¨¦cnico son muy muy simplistas y las sombras...

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El nivel de mediocridad gr¨¢fica es latente en casi todo momento. Una situaci¨®n totalmente surrealista es cuando acab¨¦is de crear vuestro propio piloto en el ?completo? editor del modo Historia (tan s¨®lo podremos seleccionar el aspecto de nuestro deportista entre unos pocos modelos predefinidos, el nombre, la nacionalidad y el casco) y los miembros de vuestro equipo os den la bienvenida. Las texturas digitalizadas totalmente inexpresivas de los t¨¦cnicos de la escuder¨ªa y el pat¨¦tico modelado de sus cuerpos os har¨¢ pensar que os hab¨¦is equivocado de consola y hab¨¦is introducido el juego en una Playstation. Muy mal.

Los circuitos, aunque a nivel funcional est¨¢n perfectamente dise?ados, ¨¦sto es, respetan al mil¨ªmetro el trazado de las pistas reales, carecen de un nivel de detalle que s¨ª que encontramos en otros t¨ªtulos de velocidad para GameCube como pueda ser el excelente Burnout de Criterion.

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El fervor del p¨²blico, el sonido de la direcci¨®n al bloquearse, el rugir de los cientos de caballos de potencia de los que est¨¢n dotados los monoplazas son s¨®lo algunos de los efectos que se dejar¨¢n oir durante las carreras por los altavoces de vuestro monitor o equipo de sonido.

Por desgracia, y como ya hemos mencionado antes, las voces no est¨¢n en espa?ol, pero por fortuna ¨¦stas son de un gran nivel. Adem¨¢s, las indicaciones visuales os servir¨¢n de gran ayuda, sobre todo si no conoc¨¦is ninguno de los lenguajes que se incluyen en el juego.

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La sensaci¨®n de velocidad est¨¢ muy ajustada, as¨ª como la respuesta del controlador de GC.  Ya pod¨¦is sin embargo olvidaros de tomar una curva sin levantar el pie del acelerador o clavando frenos en el ¨²ltimo momento: La f¨ªsica implementada por EA en este t¨ªtulo es digna de ver. Vamos, que en cuanto a sensaciones de los monoplazas y control, a F1 Career no se le puede poner ni un 'pero'.

La Superlicencia que os tendr¨¦is que sacar cuando inici¨¦is el modo Carrera es otro de los puntos que recuerda a la obra de Poliphony Digital y sus famosos carnets de conducir.Estas pruebas ser¨¢n la primera toma de contacto de todo jug¨®n que acab¨¦ de abrir el juego y quiera saber en qu¨¦ ha invertido las m¨¢s de 10 mil de las antiguas pesetas que cuesta este F1 Career Challenge.

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Una vez conseguida el susodicho permiso de circulaci¨®n, cosa no demasiado dif¨ªcil, algunos equipos os har¨¢n ofertas para que os un¨¢is a sus filas. Carrera tras carrera os ir¨¢n haciendo saber cu¨¢les son sus expectativas en cuanto a posiciones en cada una de las carreras, etc. La gracia est¨¢ en que si vais ganando las competiciones los equipos que se pelear¨¢n por vosotros ser¨¢n de m¨¢s nivel, por lo que se podr¨ªa decir que el objetivo ¨²ltimo es ganar el campeonato del mundo con Ferrari tras usurparle el puesto al Kaiser Schumacher. En cambio, si no cumpl¨ªs con los objetivos previstos, ya pod¨¦is ir rezando para que no os pongan de patitas en la calle.

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Adem¨¢s del modo Career, que sin duda es el pilar de este juego, encontramos unos cumplidores Quick Race, para echar unas partiditas r¨¢pidas, y el inevitable modo Versus, en el que podr¨¦is poner en su lugar ese amigo tan fanfarr¨®n que presume de conocerse al dedillo todos los circuitos del planeta.

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