Stunt Racer 64 (Nintendo 64)
Aunque es casi seguro que en Espa?a no podamos "volar" con las carrocer¨ªas de Stunt Racer, os avanzamos lo que ha sido una de las trayectorias m¨¢s tortuosas y desesperantes del mundo de la automoci¨®n en Nintendo 64...
Entre el camino del olvido y de lo celeb¨¦rrimo, entre Rush 2049 y World Driver, entre un lanzamiento mundial y una cadena de videclubs, o entre la espada y la pared. Vamos, que la pen¨²ltima incursi¨®n de Boss Games en la consola que vi¨® nacer su valuarte del automovilismo ha sido un aut¨¦ntico fetiche de la exasperaci¨®n, de la poca planificaci¨®n, y de lo duro que puede llegar a ser compartir ideas con otros programadores.
Ese ha sido precisamente el mayor de sus pecados; surgir en el momento equivocado y en el lugar inoportuno.

Hace poco m¨¢s de dos a?os, Boss Games, quien ya aviso de su incre¨ªble potencial cuando la consola requer¨ªa un cartucho de velocidad, cre¨® por fin algo tan s¨®lido que pod¨ªa sostenerse en las manos sin fundirse a la semana. WDC supuso el acortar distancias entre el mercado de la conducci¨®n de Nintendo 64 y Playstation, un juego en el que se daban cita calcos de carrocer¨ªas reales, diez circuitos, varios tramos que se iban a?adiendo al tiempo de nuestras progresiones, y lo m¨¢s importante y hasta el momento asignatura pendiente de todo lo previo; una realizaci¨®n gr¨¢fica estupenda. Ello supuso que Midway se afianzara como la distribuidora de todo el ingenio en pr¨®ximos proyectos de la desarrolladora nipona.
Sin embargo, los caprichos del destino hicieron que esa promesa de nombre SR3K se pareciera como dos gotas de agua a la tercera entrega de la saga de San Francisco y sus incombustibles b¨®lidos.

La primeros datos que se dieron parec¨ªan indicar que, o bien se replanteaba el desarrollo, o eso quedar¨ªa erradicado de la lista de lanzamientos de la por el momento, responsable de que aquello fuera a buen puerto. Aunque a pesar de todo, la cosa no parec¨ªa ni moverse. Ninguna de las dos partes se puso manos a la obra para a retocar o replantear alguna estrategia que dejara hueco para las dos obras en el mercado. Como narr¨® Cela, es la cr¨®nica de una muerte anunciada.
Desgraciadamente, los esfuerzos que apartir de ah¨ª se tomaron fueron en vano. De hecho, nos parece una forma realmente espantosa del desaprovechar el talento de Boss editando su t¨ªtulo a unos cuantos videoclubs del pa¨ªs de los 52 estados, y tan siquiera meditar sobre una reincorporaci¨®n en sus planes de futuro. Sin m¨¢s vuelta de hoja, hemos de ce?irnos a la p¨¢gina que actualmente se muestra en el historial de esta empresa, en el que suponemos, no sentar¨¢ muy bien haber estado trabajando duro para ver como comparten estanter¨ªa con compactos de segunda mano...

Si por alg¨²n casual tienes la oportunidad de jugarlo, te percatar¨¢s a los dos minutos que el juego sufri¨® muchos cambios durante su gestaci¨®n. Incluso da una tenue sensaci¨®n de vac¨ªo entre la que se escapa grandes dosis de creatividad. Para empezar, y siempre salvando que la obra de Atari es mucho m¨¢s amplia en cuanto al mapeado, los gr¨¢ficos y parajes de SR64 son un tanto prominentes. No se limita a ejecutar varios decorados repletos de ne¨®n, carteles, calles pendientes y t¨²neles enfocados de principio a fin, sino que la variedad salta en favor de elementos m¨®viles en medio de un trazado (de los 12 existentes), m¨¢s coches, m¨¢s longitud, y siempre bru?ido con la est¨¦tica post-ind¨²strial que ba?aba a su sin¨®nimo. Adem¨¢s de todo este festival en el que se han dado cita efectos de luz impresionantes, derrapes firmados hasta la eternidad en el asfalto, modelados de aupa, y con una absencia casi total de popping, hemos quedado cautivados por payasos gigantes de sonrisa bufona que ponen los pelos de punta al m¨¢s pintado, y hasta un drag¨®n que habita en p¨¢ramos g¨¦lidos que escupen masas de hielo a tus pasos.

Entonces, con este aviso, seguimos pregunt¨¢ndonos el porque de su desaparici¨®n. Contando que muy probablemente este no haya sido el resultado definitivo que ten¨ªan en mente sus responsables, estamos casi seguros que alcanzar¨ªa las dosis de jugabilidad del premiado Rush. Sin embargo, es aqu¨ª donde puede flojear el conjunto. Un control algo arisco, al que se le escapa de vez en cuando de la estela una c¨¢mara que pierde el septentri¨®n, no es precisamente lo que esper¨¢bamos de algo donde por lo menos la caligraf¨ªa, es la misma que World Driver.

Con todo, tiene un par de similitudes m¨¢s con t¨ªtulos de su especie. El recientemente estrenado modo para realizar piruetas tambi¨¦n est¨¢ presente, aunque acompa?ado por uno principal basado en los duelos, puntuaciones, ganancias de cr¨¦ditos, y el conocimiento de tus rivales, m¨¢s una opci¨®n que permite jugar a f¨²tbol con una bal¨®n de crasas dimensiones emulando a Monster Track Madness, o al ahora jur¨¢sico Street Racer. Compartiendo con ellos, entre otras cosas, una calidad discreta del sonido y m¨²sicas machacones que desentonan con parajes que circulan a no menos de 30 Frames y rebosantes de condimentos.
No es tan tremendamente maniobrable como Top Gear, ni con los detellos de la t¨¦cnica que supuso el cartucho del premio de Turismos, pero si es digno de estar en las calles de todo el mundo code¨¢ndose con miles de juegos que por menos m¨¦ritos, no deber¨ªan ni haber dignado en editar. Esperamos con ansias que Boss intente resarcir esta mala experiencia lo m¨¢s pronto posible, aunque a nosotros nos ha encantado el resultado de lo que en realidad no sea m¨¢s que una BETA...

