Noruega conquista el oro zarandeando a Francia

22-29. Ese es el marcador final de la lucha por el oro. El que creyese que el 16-12 de Francia en el descanso decid¨ªa el partido y se fuese a preparar unos caf¨¦s tendr¨¢ que pellizcarse la cara, porque no parec¨ªa posible que Noruega lograse un parcial de 6-17 en la segunda parte: 6 goles, los que marcan los equipos de la President Cup cuando se miden a los buenos. Una diferencia enorne en la lucha por el oro entre el campe¨®n ol¨ªmpico (Francia) y el campe¨®n de Europa (Noruega).

Francia hubiese arruninado la vida a cualquiet rival, pero Noruega es otro cosa. Es el equipo que puede reaccionar desde cualquier situaci¨®n porque tiene dos jugadoras de una calidad sideral por puesto. Empez¨® Lunde en la porter¨ªa, y acab¨® Silje Solberg para firmar una segunda mitad simplemente redonda: por paradas, por intimidaci¨®n, por toda. La gemela fue la mejor del partido: 50 por ciento de paradas, una estad¨ªstica intachable, de las m¨¢s altas en la competici¨®n entre los grandes equipos.

Francia hab¨ªa cumplido una primera hora espl¨¦ndica, en la que ten¨ªa a Noruega la deriva. Todos sus ataques eran goles, todas sus acciones desequilibrantes. No ten¨ªa rival, corr¨ªa, y se divert¨ªa. Lleg¨® a tener seis goles de renta (16-10), pero las vikingas ya se sabe como son: iniciaron la remontafda antes del descanso (16-12), y cuando volvieron a la pista sometieron a las francesas a un vendaval de juego, un hurac¨¢n que en cuatro ataques ya ten¨ªan a Francia detr¨¢s.

No fueron s¨®lo las leyendas, aunque Oftedal fuese, como siempre, la catalizadota del juego ofensico, pero apareci¨® Reistad para hacer los goles (seis) tambi¨¦n decisivos en esta mitad. La velocidad, la tensi¨®n, la circulaci¨®n, el movimiento sin bal¨®n, las fintas, todo, fueron lecciones de la selecci¨®n de Hergeirsson. No hab¨ªa tecla que tocar. Francia era como un mu?eco al que golpeaban una y otra vez, que estaba fuera del partido, de Granollers, tal vez de Espa?a: 22-29, una paliza en toda regla al campe¨®n ol¨ªmpico, para una Noruega que ya tiene 30 medallas en 35 a?os, y que levanta su cuarto t¨ªtulo mundial, los mismos que Rusia, la que m¨¢s ten¨ªa hasta hoy.