Prograis acaba con el sue?o de Indongo; Petrov no tuvo su d¨ªa

El sue?o americano se ha convertido en pesadilla para Julius Indongo. El namibio acumula dos combates en suelo estadounidense en los que ha sido noqueado con gran rapidez. Crawford lo hizo en tres asaltos para unificar al completo el peso superligero. En su regreso, con el WBC interino de ese peso, Regis Prograis lo finiquit¨® en s¨®lo dos asaltos. La precipitaci¨®n acab¨® con las esperanzas del namibio, que suma dos KO's en contra en sus dos ¨²ltimas peleas. Con 35 a?os debe empezar un nuevo camino si quiere volver a tocar la gloria.

Indongo sali¨® a dominar con su mayor envergadura y su jab. Le esperaba Prograis, quien no ten¨ªa problemas por ser m¨¢s peque?o. El africano entraba y sal¨ªa, en la segunda acci¨®n siempre llegaban las manos del estadounidense. A falta de un minuto para el final del primer asalto, Indongo se desequilibr¨® tras una mano, pero resisti¨®. Iba tocado y en un crochet aparentemente normal Indongo se fue al suelo. Justo hab¨ªa sonado la campana y aunque parec¨ªa despistado el ¨¢rbitro le dio chanza. Algo que repeti¨® en el segundo round.

Prograis volvi¨® a dejar hacer al namibio, que busc¨® la corta distancia. Estaba m¨¢s c¨®modo, pero como le ocurri¨® en el primer asalto pecaba por sus prisas. Quer¨ªa llegar con una mano antes de haber recogido la otra. Lo pod¨ªa pagar y lo hizo. Al salir de un agarre, Progreis encontr¨® un crochet de izquierda que le envi¨® al suelo. Se levant¨®, pero no se rehizo. Estaba flotando, pero el ¨¢rbitro le dej¨® seguir. El estadounidense sab¨ªa que era suyo y se fue a por ¨¦l. El ¨¢rbitro grit¨® "box", crochet de Progreis e Indongo al suelo. Se puso en pie de nuevo. El gui¨®n se repiti¨® y con la tercera ca¨ªda el refer¨ª detuvo el combate. Debi¨® hacerlo antes. La precipitaci¨®n de Indongo le mat¨®, ahora debe replarse su futuro. Mientras Progreis ya pide grandes carteles, se lo gan¨®.

Petrov no tuvo su d¨ªa ante Baranchyk

En el boxeo una parte muy importante es el arrojo que demuestran los p¨²giles. En Deadwood (Carolina del Sur, Estados Unidos), Petr Petrov demostr¨® que de eso anda sobrado. El espa?ol (de origen ruso) estaba preparando una pelea a ocho asaltos en Bilbao el 24 de marzo, cuando se movi¨® de fecha no dud¨® en aceptar el desaf¨ªo de Ivan Baranchyk. Eran 12 asaltos, dos semanas antes y en un peso m¨¢s, pero no lo dud¨®. Se trataba de una eliminatoria mundial por el IBF del superligero y no la iba a dejar escapar.

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Sali¨® con ganas de comerse el mundo, pero de primeras se llev¨® un rev¨¦s. Mano abajo de Baranchyk que le desequilibr¨® levemente¡­ y el ¨¢rbitro le hizo la cuenta. La acept¨® y eso condicion¨® todo. Petrov busc¨® a su rival y este le correspond¨ªa. Firmaron un primer asalto digno de un ¨²ltimo. No acab¨® ah¨ª, los dos fueron a la guerra. El espa?ol lo intentaba, pero las manos duras siempre llegaban del lado de Baranchyk. Hubo cuenta a favor del bielorruso en el segundo y en el tercero tambi¨¦n.

M¨¢s calmado, Petrov domin¨® el cuarto y el quinto, llevaba duro y se iba. As¨ª se expon¨ªa menos a las contras de su rival. Se iba soltando el espa?ol, pero en el sexto, tras una buena combinaci¨®n de Petrov, Baranchyk le ¡®pinch¨®¡¯ en el h¨ªgado. Cuarta ca¨ªda y la m¨¢s dura. Se rehizo de nuevo, pero pas¨® sus peores momentos. Cada vez lanzaba menos golpes y encajaba m¨¢s. En su esquina le avisaban: ¡°Tira m¨¢s golpes, de lo contrario te van a parar la pelea¡±, apuntaba Danny Zamora. Fue premonitorio, en el octavo asalto Baranchyk le llev¨® contra las cuerdas y cuando Petrov se sent¨® sobre la ¨²ltima tras un golpe el refer¨ª intervino. Petrov mostr¨® su alma de guerrero, su arrojo¡­ pero esta vez no fue suficiente.