Octavo t¨ªtulo para las Gemelas y primero para S¨¢nchez-D¨ªaz
En la final masculina del Open de Bilbao, al fin se vio a Belastegu¨ªn y Lima como jugadores ¡°humanos¡±.

Las Gemelas S¨¢nchez Alayeto conquistaron en Bilbao su octava prueba de la temporada de las once disputadas en la categor¨ªa femenina. Mati D¨ªaz y Maxi S¨¢nchez, en su cuarta final de la temporada, en el Front¨®n Bizkaia consiguen alzarse al fin con un premio en una final memorable para ellos.
Las Gemelas mantienen una teor¨ªa a lo largo de la temporada: no juegan finales, las ganan. Es la octava que se llevan, r¨¦cord general, uno m¨¢s que lo conquistado hace dos a?os. Son las mejores de largo, por intensidad, agresividad, por calidad de juego en todos los lances del juego, y aunque se enfrentaron a la pareja actual que m¨¢s se parece a ellas, Lucia Sainz y Gemma Triay se encontraron con una hiperactivas Mapi y Majo que hicieron imposible sus opciones. Un doble 6-3 decidi¨® el partido, aunque para las perdedoras llegar a la final tambi¨¦n tiene premio: alcanzan la segunda posici¨®n de parejas, con lo cual en el Master Final en Madrid evitan a las Gemelas hasta una hipot¨¦tica final.
En la masculina, sorpresa. No por el triunfo de Mati y Maxi, que lo ven¨ªan rozando en tres torneos anteriores, sino porque Belastegu¨ªn y Lima esta vez s¨ª parecieron humanos, sobre todo el tercer set, en el que los n¨²meros uno encajaron un 6-1, con demasiados errores no forzados, asumiendo riesgos, pero normalmente ellos, la mejor pareja del apo, los mete dentro. En la final (7-6, 4.6, 6-1), Mati D¨ªaz fue el hombre del partido, el infalible, el de los golpes impredecibles en una pareja en la que, por momentos, cambiaron sus puestos en el juego, para romper los ritmos de Bela y Lima, variar la t¨¢ctica, y les sali¨® de maravilla, y en Bilbao, una especie de patria adoptiva de Mati D¨ªaz, emocionado con el triunfo, el hombre del partido.