Los Cowboys siguen confiando en Jason Garrett¡ por ahora
El giro de 180 grados que ha experimentado el club en el ¨²ltimo a?o ha situado al t¨¦cnico de Dallas en el ojo del hurac¨¢n.

Los Dallas Cowboys se hayan inmersos en una de las peores rachas que se recuerdan en la historia m¨¢s reciente del club texano y el voto de confianza que Jerry Jones, el due?o/general manager del equipo, ha sido aclarado que es de la clase ¡°no negativo¡±, aunque ya sabemos c¨®mo funcionan las cosas en este tipo de asuntos.
Lo que pueden cambiar las cosas de un a?o para otro, ?verdad?
Despu¨¦s de encadenar su tercera derrota consecutiva y hacerlo de una manera que os comentaremos a continuaci¨®n, los muchachos del estado de la Estrella Solitaria se encuentran fuera de las plazas que dan acceso a los playoffs con un r¨¦cord negativo de 5-6¡ y el nerviosismo ha empezado a hacer mella a todos los niveles de la instituci¨®n, tanto que ha obligado a Jones a respaldar al t¨¦cnico principal en los momentos en los que deja de lado sus cuitas con Roger Goodell.
Una sombra de lo que pod¨ªa ser
La verdad es que el inicio del cumplimiento de la sanci¨®n de 6 partidos por parte de Ezekiel Elliott ha hecho que se vean todas las grietas en la armadura del equipo como coment¨¢bamos ayer y que todo ese castillo de naipes se venga abajo y todo por la ausencia de uno de los running backs m¨¢s dominantes del momento, pero esto es lo que ocurre cuando falla una pieza clave como es Zeke.
Porque de un a?o para ac¨¢, una franquicia que tuvo al mejor t¨¦cnico en Jason Garrett gracias a su 13-3 en la campa?a regular, al mejor novato en Elliott y otro como Dak Prescott que sorprendi¨® a propios y extra?os por su madurez y calidad sobre el emparrilado, hemos pasado a un club que no es capaz de imponer su filosof¨ªa de juego sobre el campo ante la baja de Zeke, que Prescott se ha mostrado m¨¢s err¨¢tico que el a?o pasado puesto que nadie pensaba que fuese capaz de terminar cada temporada con solo cuatro intercepciones y ya lleva m¨¢s del doble con nueve, m¨¢s una defensa que cumpl¨ªa su rol en 2016, pero a la que se le est¨¢ viendo todas las costuras en el corto plazo.
Reparto de culpas
Aunque siempre hay que coger los datos aislados de un partido con una pizca (o mucha) de sal, la actuaci¨®n de Philip Rivers con 434 yardas en una serie de 27 pases completados de 33 intentos, tres touchdowns sin una intercepci¨®n o sack es una buena muestra de ello.
Mejor si cabe cuando se piensa que en los ¨²ltimos tres partidos, el equipo ha sido superado por un balance 92-22, que es m¨¢s llamativo cuando lo limitamos a las segundas mitades con un 72-6 que produce sonrojo.
Ser¨ªa injusto que el dedo acusador se dirigiese exclusivamente a la l¨ªnea defensiva, que es obvio que no ha hecho su trabajo, pero tambi¨¦n es razonable se?alar que el ataque ha sido incapaz de anotar un m¨ªnimo de 10 puntos en esas tres derrotas y es un p¨¦simo momento para sufrir una crisis de identidad, resultados o lo que sea.
El factor diferencial no son las derrotas, que eso les pasa a todos incluso a los mejores, sino el modo de perder por 20 o m¨¢s puntos que ¨²nicamente ha ocurrido en otras dos ocasiones como fueron en 2004 y 1960.
El futuro a corto plazo
No ser¨ªa una locura afirmar que Jason Garrett y el resto de su staff se est¨¢n jugando su futuro en los ¨²ltimos cinco partidos pese al voto de confianza de Jerry Jones. Lo cierto es que necesitan una considerable sucesi¨®n de acontecimientos favorables para regresar a los playoffs y que ya no dependen de s¨ª mismos, que nunca es lo deseable.
El calendario que les aguarda con Washington Redskins en casa, fuera con los New York Giants y Oakland Raiders, en casa ante los Seattle Seahawks y rindiendo pleites¨ªa en Philadelphia a los Eagles no es de los que te dan un respiro sino m¨¢s bien lo contrario.