En París, el primer oro olímpico espa?ol y en Amberes, la ‘Furia’
Los campeones (1900) eran pelotaris, Amézola y Villota fueron campeones sin jugar un partido. Belauste asombró en 1920 con un gol histórico.

Espa?a se trajo de los Juegos Olímpicos de París, segundos de la Era Moderna, un oro en pelota, que José de Amézola y Francisco Villota ganaron sin disputar un solo partido, y una plata conquistada en tiro por Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, que además de noble era alpinista, diputado, senador (le llamaban ‘Arniches’ por sus intervenciones muy a menudo caóticas), amigo del rey Alfonso XIII y promotor de la creación de parques naturales en Espa?a.
Amézola y Villota fueron a la Ciudad de la Luz para competir en cesta punta en un Torneo Internacional, organizado por la Societé de Pelote de París, sin conocer que aquello eran unos Juegos Olímpicos. Sólo hubo dos parejas inscritas: los espa?oles y unos vasco-franceses llamados Durquetty y Etxegaray, que se mostraron discrepantes con la organización y renunciaron, de forma que Amézola y Villota pasaron a ser campeones sin jugar. En algunos medios se asegura que, para no defraudar al público, compitieron informalmente entre ellos, y que ganó Villota.
En cuanto al marqués de Villaviciosa, su plata no está reconocida por el COI, que sostiene que la competición fue ajena a los Juegos, pero sí por el COE. Se supone que la segunda posición fue en tiro al pichón y se asegura que venció un australiano apellidado MacKintosh.
Después de París, un largo paréntesis olímpico, hasta que en Amberes 1920 la Selección de fútbol unió a su debut la plata y la creación de la mítica Furia Espa?ola. Otro equipo, de polo, compuesto por aristócratas, conquistó idéntico puesto.
En fútbol, el momento culminante resultó el partido contra Suecia, que Espa?a ganó por 2-1. Y en ese encuentro se admiró uno de los goles históricos, el de Belauste: al grito de “Sabino, a mí el pelotón, que los arrollo”, batió al portero rival de impresionante cabezazo. Allí nació la Furia. Espa?a fue segunda, tras Bélgica, equipo anfitrión.
La misma medalla de plata consiguieron los nobles de alta alcurnia participantes en polo, que perdieron la final ante Gran Breta?a por 13-11. En el equipo había dos representantes de la Casa de Alba: Jacobo Fitz-James Stuart y su hermano Hernando.