Los Dodgers vuelven a asaltar el Yankee Stadium
Quiz¨¢s ahora sea m¨¢s habitual que antes gracias a las interligas, pero la visita de los angelinos a Nueva York es algo que nunca pasa desapercibido.

Tras la finalizaci¨®n de la temporada de 1957 se fragu¨® una de las tragedias m¨¢s recordadas en el mundo del b¨¦isbol; el traslado de los Brooklyn Dodgers y de los New York Giants al oeste del pa¨ªs, concretamente a las ciudades de Los Angeles y San Francisco respectivamente. De golpe y porrazo la ciudad de Nueva York perd¨ªa a dos de sus tres equipos de b¨¦isbol y se quedaba sin representantes en la Liga Nacional, la m¨¢s antigua de las dos que forman la MLB. Giants y Dodgers se llevaban con ellos la rivalidad que ya ten¨ªan y que a¨²n mantienen pero dejaban hu¨¦rfano al hermano rico de la ciudad, los New York Yankees, que no tendr¨ªa con qui¨¦n pelearse por el coraz¨®n de los aficionados de la Gran Manzana hasta la fundaci¨®n de los New York Mets en 1962.
Cierto es que los enfrentamientos entre Yankees y Dodgers s¨®lo pod¨ªan producirse en unas hipot¨¦ticas Series Mundiales, algo que en todos los a?os de historia de esta competici¨®n se ha producido en s¨®lo once ocasiones, con ocho victorias para los del Bronx y tan s¨®lo tres para los ahora angelinos. Probablemente la ¨¦poca m¨¢s dura para los por aquel entonces inquilinos de Brooklyn fuera la etapa entre 1941 y 1956, con siete enfrentamientos por el t¨ªtulo mundial y tan s¨®lo una victoria para los Dodgers, la de 1955. La rivalidad entre ambos conjuntos era tal que el traslado del equipo a Los Angeles hizo que su propietario Walter O¡¯Malley fuera una de las personas m¨¢s odiadas por los fan¨¢ticos neoyorquinos durante mucho tiempo.
La introducci¨®n de los partidos de interligas en 1997 empez¨® a cambiar este panorama. No es lo mismo que jugar contra los equipos de tu divisi¨®n (19 partidos cada a?o), pero ahora cada cierto tiempo se tiene la posibilidad de recibir la visita de alg¨²n rival poco conocido... o incluso demasiado conocido, como es este caso.
En este a?o 2016 los equipos de la Divisi¨®n Oeste de la Nacional tienen que enfrentarse a los de la Divisi¨®n Este de la Americana. Eso ha hecho que a los Dodgers les haya tocado viajar este fin de semana de vuelta a su ciudad natal para tratar de asaltar el Yankee Stadium. El momento en el que llega esta serie no puede ser m¨¢s crucial para ambos conjuntos, con los angelinos tratando de cerrar el t¨ªtulo de divisi¨®n por encima de sus archirrivales Giants mientras que los Yankees se est¨¢n agarrando como pueden al partido de Wild Card para poder jugar en octubre. Para ambos esta serie no s¨®lo es crucial sino que tambi¨¦n es una repetici¨®n de las muchas noches m¨¢gicas vividas por estos dos equipos en el Yankee Stadium.
Es curioso como brujuleando por internet a¨²n nos encontramos con neoyorquinos fan¨¢ticos de los Dodgers. No muchos, tampoco nos enga?emos, porque el traslado a Los Angeles fue visto por la mayor¨ªa como una traici¨®n y la llegada de los Mets supuso una bocanada de aire fresco para la gran masa de aficionados de Dodgers y Giants que se lanzaron a apoyar en masa al nuevo equipo de la ciudad, todo antes que acercarse lo m¨¢s m¨ªnimo a los odiados vecinos del norte. Pero a pesar de ello a¨²n hay gente de ya cierta edad que han seguido apoyando a los Dodgers a pesar de la distancia, as¨ª como nuevos aficionados que asimilaron el amor a esos colores por medio de sus padres o abuelos y que nunca lo abandonaron. Todos ellos tendr¨¢n ahora tres d¨ªas para poder acudir a animar a los suyos tan s¨®lo tomando el metro.
Estad¨ªsticamente los resultados cuentan y mucho. Los Dodgers han golpeado primero y sumaban ayer una nueva victoria en un encuentro que dominaron desde el inicio y que ha confirmado a Jos¨¦ de Le¨®n como uno de los pitcher m¨¢s a tener en cuenta para un futuro cercano. Sin embargo an¨ªmicamente el resultado es lo de menos, lo interesante es que la rivalidad entre Yankees y Dodgers ha vuelto a Nueva York y que los aficionados de uno y otro equipo podr¨¢n rememorar viejos tiempos aunque s¨®lo sea durante unos pocos d¨ªas.