A 100 días para Río, obras al 95% y seguridad en entredicho
Las instalaciones estarán, pero preocupa un estallido social por la corrupción y la situación política, el zika, la contaminación y el transporte.


El 2 de octubre de 2009, Lula da Silva exhibió en Copenhague un mapamundi con los puntos donde se habían celebrado Juegos: Sudamérica estaba inmaculada. Y Brasil se presentaba como una “economía emergente”. El COI quedó seducido, y a cien días de la cita que se cumplen hoy 27 de abril, la familia olímpica mantiene un discurso con micrófonos y otro en privado: hay preocupación. No tanto por lo deportivo como por lo social.
Política.
Lula ya no está. Y el Congreso ha votado la destitución de su sucesora, Dilma Roussef, que podría llegar en unos meses. Pero entre los diputados hay un 60% con causas pendientes con la justicia. La Policía y los fiscales sospechan de mordidas en las obras olímpicas porque las acometieron empresas manchadas por la corrupción en el caso de Petrobas. El ministro de Deportes dimitió el 31 de marzo, y Ricardo Leyser figura como interino. La población está polarizada y dividida.
Seguridad.
“Río será un sitio seguro”, afirmó el lunes en Madrid Andrei Augusto Passos, máximo responsable de Seguridad de Río. “No ha habido ningún recorte en los 500 millones de dólares presupuestados”, afirmó. Todos los efectivos serán públicos (47.000 policías y 20.000 militares). Pero se ha recortado la jornada laboral de la Policía para ahorrar (el estado de Río está en bancarrota y se teme un estallido social) y pese a la pacificación de las favelas haciendo frente al narcotráfico, hay un promedio de 3,4 asesinatos diarios.
Contaminación.
Las promesas de regeneración de la Bahía de Guanabara, donde se celebra la vela, o la Laguna Rodrigo de Freitas (piragüismo y remo) no se han cumplido. Las aguas fecales se siguen vertiendo con poco control: 90 toneladas por día.
Zika.
“En agosto es invierno en Río”, recuerda Passos. Es decir, habrá menos presencia del mosquito transmisor del virus. Pero se recomienda utilizar repelentes varias veces al día y manga larga.
Transporte.
“La línea 4 de metro estará terminada”, afirman desde el Comité organizador. Esta llega cerca de Barra da Tijuca, el corazón de los Juegos. Se prevé que funcione en julio. Otra cosa, pese a los carriles olímpicos, podría ser un desastre. Atravesar la ciudad puede llevar horas.
Instalaciones.
Alejandro Blanco, presidente del COE, visitó las instalaciones hace días. “Falta un 5% lógico a estas alturas”, tranquiliza. Sí hay problemas con el velódromo.