Ser ¨¢rbitro de boxeo: una profesi¨®n de alto riesgo
Asume dos funciones: que se cumplan las normas y proteger a los contendientes. Ejemplo del peligro: el crochet que encaj¨® Howard Foster de Joshua Anthony.

En el r¨¢nking de las principales profesiones de riesgo (bombero, artificiero, minero y presidente en campa?a) no se incluye la de ¨¢rbitro de boxeo. El olvido es imperdonable, como se puede comprobar en la imagen adjunta. De todos los jueces que en el mundo existen, el juez box¨ªstico es el m¨¢s expuesto. En la orilla contraria (en la playa, m¨¢s bien) se encuentran los jueces de silla que dirigen los partidos de tenis en el circuito profesional. Sus se?or¨ªas est¨¢n acompa?ados por ocho jueces de l¨ªnea y un ojo de halc¨®n, apoyo de visi¨®n m¨²ltiple que habilitar¨ªa para la profesi¨®n al se?or Magoo. Con McEnroe alejado de las pistas, se estima que un juez de silla puede alcanzar la longevidad media de una tortuga de las Gal¨¢pagos.
Pajarita. El primer drama del ¨¢rbitro de boxeo es el uniforme y, concretamente, la pajarita. As¨ª es, vestido de camarero, como debe hacer valer su autoridad frente a dos p¨²giles medio desnudos y enteramente enfurecidos. Pero la austeridad no s¨®lo afecta al modo de vestir. Seg¨²n indica el Reglamento, el ¨¢rbitro ¡°no usar¨¢ ni sortijas ni pasadores, relojes, pendientes, ¡®piercings¡¯, horquillas o cualquier otro objeto o adorno que pudiera constituir peligro¡±. No deja de resultar llamativo que en un combate de boxeo se tenga al ¨¢rbitro por el elemento ¡°peligroso¡±. Recomiendo que vuelvan a la fotograf¨ªa adjunta.
Sin adornos que le favorezcan, el director de la pelea asume dos funciones b¨¢sicas: que se cumplan las normas y proteger a los contendientes. La paradoja nos asalta de nuevo. El m¨¢s desprotegido de los mam¨ªferos sobre el ring debe cuidar de dos luchadores enardecidos. La misi¨®n es abarcable en los pesos paja y minimosca (hasta 48,9 kilos), pero se hace dificultosa en los pesos pesados (m¨¢s de 90,7). Con esas complicaciones est¨¢ lidiando el protagonista (v¨ªctima) de la foto, el ¨¢rbitro ingl¨¦s Howard Foster. La campana ya hab¨ªa se?alado el final del asalto, pero los muchachos (los superpesados Jos?hua y Whyte) no se dieron por aludidos. De modo que Foster no tuvo m¨¢s remedio que interponerse entre ellos, honrando su profesi¨®n y al Marqu¨¦s de Queensberry, pero trag¨¢ndose tambi¨¦n un formidable crochet de derecha.
Por si se lo est¨¢n preguntando: un ¨¢rbitro de boxeo puede llegar a ganar, en el mejor de los casos, 23.000 d¨®lares por una noche (en el Mayweather-Pacquiao se bati¨® el r¨¦cord). Ustedes sabr¨¢n, pero sale m¨¢s a cuenta subirse a una silla.