Felix Baumgartner: "Me he vuelto un poco m¨¢s humilde"
"Cuando est¨¢s ah¨ª arriba, sin nadie, en un entorno muy hostil, te vuelves muy humilde porque sabes que est¨¢s t¨² solo. Y esto cambia tu perspectiva", dijo.

Cinco a?os de meticulosa preparaci¨®n para poco m¨¢s de nueve minutos de descenso estratosf¨¦rico. Aquella haza?a lanz¨® al estrellato a Felix Baumgartner, el paracaidista austr¨ªaco que rompi¨® la velocidad del sonido al arrojarse desde casi 40 kil¨®metros de altura, y que confiesa ahora que es el momento de "pasar p¨¢gina" y que la fama "no es tan f¨¢cil".
"Nunca he ido buscando adrenalina, nunca me ha gustado la idea o el concepto de hacer cosas peligrosas, simplemente me gustan los retos. Por ese motivo estuve buscando un reto durante tantos a?os y, la mayor¨ªa de las veces, mi reto estaba arriba, en el aire", explica en un entrevista con Efe en Viena.
En octubre de 2012, el "saltonauta" Baumgartner cumpli¨® su sue?o de ser el primer hombre supers¨®nico sin ayuda mec¨¢nica, al alcanzar una velocidad m¨¢xima de 1.342 kil¨®metros por hora (Mach 1,24) al lanzarse desde 39.045 metros en una aventura seguida en directo en los medios por millones de personas.
"Ahora es momento de pasar p¨¢gina, porque en los ¨²ltimos 20-25 a?os he estado haciendo cosas extremas y, aunque estaba muy bien preparado, a¨²n as¨ª necesitas suerte para poder sobrevivir", explica.
Su gran pasi¨®n es estar en el aire -en uno de sus brazos lleva tatuado "Nacido para volar"- ya sea saltando o pilotando, por lo que no ha dudado en buscar alguna actividad que lo mantenga en el cielo.
"Tuve la suerte y el privilegio de sobrevivir durante 25 a?os y ahora es momento de hacer algo diferente, ahora quiero poner al servicio p¨²blico mis habilidades y trabajar de piloto comercial de helic¨®pteros, en rescate de monta?a o como bombero", avanza.
Adem¨¢s de ser el primer hombre supers¨®nico, tambi¨¦n inscribi¨® su nombre en otros dos r¨¦cords, al arrojarse en ca¨ªda libre desde el lugar m¨¢s alto y subir en un globo tripulado al lugar m¨¢s alejado de la tierra.
Solo en el canal de Internet de YouTube, m¨¢s de ocho millones de personas vieron en directo a Baumgartner lanzarse desde el espacio y descender en paraca¨ªdas sobre el desierto de Nuevo M¨¦xico (EEUU).
Este antiguo instructor de paracaidismo en los comandos del Ej¨¦rcito austr¨ªaco es conocido como "Felix sin miedo" por sus arriesgados saltos en ca¨ªda libre, como el que hizo en Taiw¨¢n desde los 509 metros del edificio m¨¢s alto del mundo, y desde otros lugares emblem¨¢ticos, como el Cristo Redentor de R¨ªo de Janeiro.
La fama planetaria que le report¨® lo que, por las emociones que transmiti¨®, compara con "la llegada a la Luna", la lleva como una carga que debe de asumir, aunque no se sienta del todo c¨®modo.
"Evidentemente que est¨¢s orgulloso de que el mundo entero, especialmente las generaciones j¨®venes, te admire. Pero al mismo tiempo te van a observar el resto de tu vida", indica.
"As¨ª que, a partir de ahora, desde el 14 de octubre (de 2012), hay mucha gente que te presta atenci¨®n, que observa todo lo que dices y haces, as¨ª que no es tan f¨¢cil. Pero ya sab¨ªa eso antes", agrega.
La experiencia de llegar hasta la frontera del espacio, asegura, le ha vuelto m¨¢s humilde. "Creo que me he vuelto un poco m¨¢s humilde. Cuando est¨¢s ah¨ª arriba, sin nadie, en un entorno muy hostil, te vuelves muy humilde porque sabes que est¨¢s t¨² solo. Y esto cambia tu perspectiva", recalca.
Baumgartner ha sido criticado en Austria por algunas pol¨¦micas declaraciones en los ¨²ltimos meses, que adem¨¢s, le han restado popularidad. Pocas semanas despu¨¦s de su r¨¦cord le llovieron los reproches por manifestar en un diario que una "dictadura moderada" que se rigiese por criterios empresariales ser¨ªa una buena respuesta a la crisis econ¨®mica.
Adem¨¢s, reconoci¨® abiertamente que hab¨ªa establecido su residencia en Suiza por las ventajas fiscales del pa¨ªs vecino, lo que da?¨® tambi¨¦n su imagen p¨²blica en Austria.
Y el pasado verano levant¨® una gran polvareda con unas declaraciones en las que sosten¨ªa que una "bofetada" a tiempo era "un m¨¦todo educativo adecuado", y carg¨® contra el poco respeto de los j¨®venes a los mayores.
Con estas pol¨¦micas tras su fama s¨²bita parece ser cierto lo que Baumgartner ha dicho una y otra vez, que es en el aire, y no en la tierra, donde se siente "en casa".