El reto copero del Tondela de Ayestar¨¢n
El modesto club portugu¨¦s que preside David Belenguer y dirige Ayestar¨¢n juega esta tarde por primera vez en su historia contra el Rio Ave unos cuartos de final de la Copa de Portugal.


¡°Tondela es una ciudad portugesa del distrito de Viseu, en la regi¨®n central, con cerca de 14.000 habitantes¡±. As¨ª comienza Wikipedia su art¨ªculo sobre una localidad que esta tarde vivir¨¢ pendiente del televisor. A las 19:45 horas juega el Tondela que entrena el espa?ol Pako Ayestar¨¢n contra el Rio Ave en los cuartos de final de la Copa de Portugal. Nunca el Tondela hab¨ªa llegado tan lejos en esta competici¨®n, as¨ª que se puede decir que hoy, el club m¨¢s modesto de la Primera Divisi¨®n portuguesa, juega uno de los partidos m¨¢s importantes de su historia, en la que hay un antes y un despu¨¦s al desembarco de otro espa?ol como propietario del club: David Belenguer.
¡°El objetivo es la permanencia, pero la Copa es un est¨ªmulo¡±, comenta Pako Ayestar¨¢n, que acudi¨® la temporada pasada a la llamada de Belenguer para se involucrarse en el proyecto del Tondela. El ex futbolista y ahora empresario lleg¨® a la propiedad del club en 2018. Lo hizo de la mano de Houpe Groupe, sociedad de capital chino con acciones en el Granada y Parma. Su desembarco coincidi¨® con un cambio en la pol¨ªtica de los inversores, que empezaron a potenciar una gesti¨®n exclusiva e individual para cada club. Y en ese contexto surge la figura de Pako Ayestar¨¢n, a quien llaman para coordinar toda la gesti¨®n deportiva.
El Tondela tiene el presupuesto m¨¢s bajo de la Liga Portuguesa, apenas 1,7 millones, y las caracter¨ªsticas demogr¨¢ficas de la zona, con poca densidad de poblaci¨®n, lleva a que en invierno haya partidos en los que apenas hay 500 espectadores en un estadio, el Joao Cardoso, con capacidad para 5000. El Tondela, que ascendi¨® por primera vez a la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol portugu¨¦s hace 7 a?os, carece todav¨ªa de una cultura de arraigo futbol¨ªstico en su c¨ªrculo de acci¨®n, una regi¨®n central de un pa¨ªs que focaliza el f¨²tbol en sus principales ciudades y que dentro de su propia liga hay varias ligas: la de clubes con potencial Champions como Benfica, Sporting y Oporto; otros clubes que podr¨ªan competir en la Liga, como Boavista o Braga, y el resto que militar¨ªan en diferentes categor¨ªas inferiores en Espa?a.
¡°El Tondela no est¨¢ acostumbrado a alegr¨ªas como es pasar a los cuartos de final de la copa; salvo dos a?os, este club se ha salvado siempre en la ¨²ltima jornada, por lo que est¨¢ acostumbrado a vivir con el agua al cuello¡±, apunta Ayestar¨¢n, de ah¨ª que se congratule del ¨¦xito copero: ¡°Nos ha servido para demostrarnos a nosotros mismos que somos m¨¢s que 11 jugadores; los chavales respondieron al reto y aqu¨ª estamos¡±. El t¨¦cnico vasco, eso s¨ª, ex del Valencia, Las Palmas y Pachuca, tiene claro que su meta es la permanencia. ¡°Este proyecto es un reto bestial para cualquiera, aqu¨ª explotas al m¨¢ximo tus capacidades, tu creatividad, te dir¨ªa que se requiere dedicar m¨¢s tiempo del que empleaba en Valencia o Liverpool, porque pelear por lograr la permanencia con el menor sufrimiento posible no es f¨¢cil¡±.

Ayestar¨¢n lleg¨® a Tondela con un solo ayudante y se rode¨® de asistentes portugueses que conocieran el club, la regi¨®n y la competici¨®n. Su vestuario est¨¢ formado en su mayor¨ªa por jugadores de clubes de formaci¨®n y que encuentran en el Tondela la oportunidad de competir y crecer. Casos de Eduardo Quarema (19 a?os, del Sporting), Modibo Sagnan (procedente de la Real Sociedad) o Tiago Dantas (de la cantera del Benfica). En sus filas hay dos chavales espa?oles: Manu Hernando (formado en el Real Madrid y que lleg¨® libre el pasado verano) e Iker Undabarrena (formado en el Athletic e incorporado en junio tras una etapa de un a?o en el Sabadell). ¡°Los chavales tienen una voluntad tremenda y de ah¨ª que estemos en condiciones de lograr el objetivo (van 13?, dos puntos por encima del descenso)¡±, enfatiza Ayestar¨¢n, que tambi¨¦n se congratula de las instalaciones: ¡°Son imples, pero suficientes; se puede trabajar sin problemas, hay un buen gimnasio, una buena zona de recuperaci¨®n y un buen campo¡ la estructura es profesional¡±.